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Escena de 'El elixir del amor', que se representará este martes en el Teatro Zorrilla. Marick
Por amor al bel canto

Por amor al bel canto

Leonor Gago y la Opera Nacional de Moldavia acercan el arte de Donizetti y Puccini al Teatro Zorrilla

Martes, 3 de marzo 2020, 08:22

De un tiempo a esta parte, la Opera Nacional de Moldavia se ha convertido en una habitual de la oferta cultural de Valladolid, a través de su reiterada presencia en la programación del Teatro Zorrilla. Este mes de marzo, a modo de ejemplo, coinciden en cartel nada menos que dos montajes: 'El Elixir del amor', de Gaetano Donizetti (mañana, 4 de marzo), y 'La Bohème', de Giacomo Puccini (el 19 de marzo). Dos clásicos imbatibles del repertorio lírico, dos de esas obras capaces de crear afición y que el ya iniciado en el género no se cansa nunca de volver a escuchar.

Ambas llegan de la mano de la empresa LG Artist Management, cuya responsable, Leonor Gago, que también ejerce como directora artística de los montajes, explica cómo han logrado la cuadratura del círculo de poder ofrecer, desde el sector privado, óperas de calidad capaces de competir con la oferta pública de los grandes teatros públicos subvencionados. El secreto está, justamente, en la asociación con la Ópera Nacional de Moldavia, que no deja de ser una reputada institución de aquel país, de las pocas de la antigua Europa del Este que han logrado sobrevivir.

Las giras que se organizan por España, y de las que forma parte habitualmente la ciudad de Valladolid, se aprovechan de una estructura estable previa y profesional, así como de su trabajo con las escenografías y el atrezo. Además, el trabajo de ensayo con los intérpretes titulares de las giras, que habitualmente son cantantes invitados, se realiza allí, en Moldavia, con vistas a su propia programación, lo que evita la necesidad de costosos periodos de adaptación. Leonor Gago explica que es esta combinación de factores la que permite ofrecer giras de entre 30 y 35 actuaciones por España y hacerlo, además, dos y tres veces cada año.

«Más que nunca la ópera se está acercando a los jóvenes»

La soprano peruana Ximena Agurto lleva once años afincada en España, en Barcelona, y el próximo 19 de marzo estará en Valladolid, en el Teatro Zorrilla, para interpretar a Mimi, la protagonista femenina de 'La Bohème'. «Voy a poner todo mi esfuerzo, y voy a dejarme el corazón para estar a la altura de este personaje tan maravilloso», explica en conversación telefónica. Agurto defiende que la ópera está plenamente vigente, entre otros motivos porque «más que nunca se está haciendo ahora un esfuerzo para acercarla a los jóvenes».

Ese esfuerzo incluye versiones adaptadas, reducidas, como vehículos de iniciación, pero también modernizaciones de la puesta en escena y tarifas especiales para jóvenes en días señalados. La generalización de los subtítulos que se ha producido en los últimos años es, asimismo, imprescindible y también ayuda la cada vez mayor presencia de temas líricos en programas de audiencia popular, como los concursos televisivos de nuevas voces. «Todo ayuda a acercar la ópera», asegura.

La pasión de Agurto por el canto se inició en su país natal a los 10 años, con su entrada en el Coro Nacional de Niños de Perú, donde estuvo cuatro años y donde coincidió con una profesora que marcaría su trayectoria y la decantaría hacia el bel canto.

Ya en Barcelona debutó en el Palau de la Música en 2012, y empezó a hacerse un nombre en los concursos internacionales de canto, que son el modo habitual con el que se dan a conocer a agentes y compañías las cantantes 'freelance', categoría a la que Agurto pertenece. «Aparte de los concursos, la vía habitual para conseguir papeles son las audiciones, el equivalente al casting de otros estilos musicales», explica. Hace falta muchos años de trabajo y de acreditada experiencia, aproximadamente nueve en el caso de Ximena, para que los agentes, los teatros y las compañías te llamen directamente. «Somos un mundo muy grande, el de los cantantes, y cuesta hacerse un hueco. Y esto se aplica especialmente a las sopranos, que somos el rango vocal en el que hay más competencia».

La recompensa a tanto esfuerzo, cuando acompaña el talento, es el privilegio de tocar el cielo con esos grandes y arrebatadores papeles líricos que no cualquier cantante puede permitirse interpretar.

A primera vista, poner la ópera al alcance de tantos públicos distintos puede parecer una labor sencilla, pero no lo es. Es necesaria una importante labor de logística para que todo encaje y para que los costes no se disparen. «Hay que estar un poco loco, o que la ópera te apasione, como es mi caso, para que te lances a montar este tipo de espectáculos con las condiciones económicas que se manejan hoy en el mundo de la cultura», asegura Leonor Gago. «Con estas producciones no pretendemos hacernos ricos. El objetivo principal es no perder dinero y cubrir gastos, porque hay muchas personas que dependen de tu empresa y a las que tienes que poder pagar». La responsable de LG Management tiene indudable experiencia en la materia, pues lleva 27 años dedicada a la difusión de la ópera. Durante los últimos cinco se ha apoyado en la Opera Nacional de Moldavia, pero antes trabajó con otras instituciones y compañías.

Calidad

«Siempre he trabajado con teatros nacionales, que aportan su nombre y una garantía de calidad y de solvencia. Los músicos que tocan, el coro, los bailarines, cuando son necesarios, o los técnicos de luces, peluquería y escenario son trabajadores de la institución. Gente que trabajan juntos y vienen compenetrados de casa», asegura. Es el único modo de conseguir la calidad mínima necesaria para que la ópera se pueda disfrutar como merece. «En la ópera hay que ofrecer siempre 'primera división' aunque no cuentes con estrellas ni con tantos medios como la oferta pública», explica Gago. La limitación de recursos impide a todas luces estar a la altura de las grandes escenografías de los teatros principales del mundo, «pero en la parte musical y artística el objetivo es que el espectador no encuentre tanta diferencia. Para lograrlo no basta con intentar hacerlo bien, hay que hacerlo bien».

Respecto de los cantantes titulares, se trata de artistas 'freelance' habituales del circuito operístico internacional. Figuras solventes, bien conocidas en el sector, aunque sus nombres no se acerquen al nivel de popularidad de las grandes estrellas. En el caso de 'El Elixir del Amor' los principales papeles recaen en Anastasia Golub y Alejandro Kim, mientras que 'La Bohème' los roles principales recaen en Ion Timofti y la peruana Ximena Agurto. En ambos casos, la orquesta estará dirigida por su titular Nicolae Dohataru.

Las dos óperas que se van a representar este mes en el Teatro Zorrilla «son excelentes para iniciarse», explica Gago. 'El elixir del amor' tiene un tono de comedia más ligero y seductor, mientras que en 'La Bohème' prima la gravedad de un amor trágico de ribetes marcadamente románticos. Son dos las óperas más populares y de las que más se representan en todo el mundo.

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