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Amancio Prada, durante el concierto. A. Mingueza

Amancio Prada envuelve a su público en Valladolid en un trance de perpetua lírica

El artista berciano ha presentado en el Teatro Calderón su último trabajo, 'Prada Prada'

Roberto Terne

Valladolid

Domingo, 29 de septiembre 2024, 23:18

Ocho años sin actuar en Valladolid son demasiados para un artista que además de seguir siendo querido por el público también continúa siendo un histórico vivo en la investigación, divulgación y creación de poesía musical. Amancio Prada volvió este domingo al Teatro Calderón de ... Valladolid agotando entradas y envolviendo a su público en un trance de perpetua lírica sobre confortable música. Solo su voz y su guitarra le bastaron al artista berciano para que volviera a producirse la magia de que su mínima expresión fuera el único proceso catalizador de poemas propios y ajenos… ajenos en autoría pero no en esencias y vivencias.

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En el marco de su nuevo trabajo 'Prada Prada' y en el cincuenta aniversario de su primer disco 'Vida e morte' lanzado en Francia en 1974, Amancio Prada preparó para la ciudad vallisoletana en la que vivió entre 1966 y 1969, un repertorio con incisos diacrónicos pero también con formas de síntesis artísticas… las inevitables de quien con una artesanal metodología de trovador ha logrado siempre hacer levitar sensibilidades colectivas en auditorios de todo el mundo.

Una adaptación de 'Qué bonito está el campo' (incluido en 'Prada Prada') con evocaciones de agradecimiento a Valladolid sirvió para abrir un concierto de los de larga duración. Amancio ofreció cerca de dos horas y media de repertorio cantado y también contado ya que el artista berciano expuso, a capricho, entre canción y canción, abundantes mínimos detalles de sus vidas y de la creación de sus canciones y adaptaciones.

Citando a María Zambrano, Prada citó y demostró que más importante que musicar poemas está el arte de extraer música al poema. Y así, con esa técnica necesariamente ligada al talento y a la inspiración nuestro trovador cantó a Rosalía, a Bécquer, a Tagore, a Machado, a García Calvo, a Lorca… y aunque lo hizo con la espiritualidad con que acostumbra, lo cierto es que su público tampoco se baña dos veces en la misma canción (como diría el berciano). Cantar con el alma reconstruye cualquier creación.

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'La guitarra' de Lorca, 'Volverán las oscuras golondrinas' de Bécquer, 'Anoche cuando dormía' de Machado y por supuesto Rosalía de Castro con 'Adiós ríos, adiós fontes' y 'Pra Habana' fueron algunos de los poemas «cantados y contados» en una noche extensa y a capricho de lírica en la que tampoco faltó '¿Adónde te escondiste amado?' de esa mística (tan terrenal) de San Juan de la Cruz.

Nombres como los de Joaquín Díaz, Luis Delgado o García Calvo también fueron evocados en una noche que también tuvo bastante de autobiografía y que se cerró con Rosalía y con 'Libre te quiero' del mencionado artista zamorano.

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