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roberto terne
Lunes, 5 de junio 2017, 12:02
Donés ha querido salirse de los estándares para vertebrar 50 años de vida y 20 de carrera artística en un formato más propio de un verso suelto que de una gira de celebración. Y ahí radica el toque de esta gira llamada 50 palos que el domingo, 4 de junio, pasó por el Auditorio Miguel Delibes. Jarabe de Palo está repasando su vida nada más y nada menos que reconstruyéndola musicalmente. Y eso es algo que cobra mucho más sentido si se tiene en cuenta la grave enfermedad crónica contra la que lleva luchando el artista desde hace ya dos años.
Reconstrucción contra la destrucción, reconstrucción para la creación. Y junto a estos dos pilares, otros tantos mensajes de tono especialmente trascendental no solo en las canciones, sino también en las interacciones y speechs del artista a un público entregado y especialmente receptivo. Importante señalar que el carácter acústico del concierto y la situación personal por la que pasa Donés no elevan muy cuesta arriba el tono escénico y musical de su gira. Al buen rollito de muchas canciones de Jarabe de Palo añadamos el sentido del humor de Pau Donés y su filosofía carpe diem y obtendremos una combinación que equilibra perfectamente las sensibilidades.
De esta manera y flanqueado por bajo, piano, cello, guitarra acústica, ouke-lele y congas, Pau Donés extendió durante cerca de dos horas un buen puñado de éxitos cuyo tratamiento acústico ha partido casi desde cero en casos como Déjame vivir o en la adaptación swing del clásico Bonito, temas ambos con una lectura totalmente alternativa a las grabaciones originales... pirueta extenuada al final del concierto con una Flaca liberada de ritmo latino y repleta de sensibilidad gracias a la combinación de piano y cello.
Picos de intensidad emocional se los llevaron especialmente Mamá, canción en la que Donés hizo referencia al mensaje de «vivir el presente con urgencia», misiva que su madre dejó a la familia antes de morir prematuramente. Y otra palma de aplausos se la llevó Ahora, canción que «escribí a la vida para que no me dejara» tal como dijo Donés anoche a su púbico de Valladolid.
Por supuesto, hubo guiños al carácter latino que ha acompañado a la música de Donés durante todos estos años. Ocurrió con Yep y Cómo quieres ser mi amiga, incluyendo visuales repletos del carácter cotidiano que siempre han acompañado la imaginería del mundo Donés.
Con la interpretación de Grita, Jarabe de Palo cerró el telón de un mensaje musical, el suyo, que continúa siendo de los más positivistas y también realistas de nuestro pop. La vida sigue.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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