«Nueva York me hizo volver con un cuchillo entre los dientes»

Con su tercer trabajo La calma chicha, Miren Iza, alias Tulsa, se desprendió hace ya año y medio de la mayoría de sus guitarras para aplicarse pieles más sintéticas. El cambio de piel no alteró la esencia sensible, introspectiva y creativa de la ex integrante de Electrobikinis. Con la mente ya en un próximo disco, Tulsa actúa este viernes a las 21:30 horas en la sala Porta Caeli dentro del ciclo de conciertos Son Estrella Galicia.

¿Por qué la idea de pasar de las guitarras a las bases electrónicas en La calma chicha?

Por un lado ha sido una cuestión pragmática. Mi banda se deshizo y de ahí partió todo. Me apeteció, entonces, ir a por sintetizadores y a por sonidos orgánicos tecnológicos Viendo ya el disco con cierta distancia, me doy por satisfecha. Fuimos muy felices durante la grabación y además el disco nos ha dado bastantes alegrías también.

¿Le quedan ganas de seguir por esta línea más sofisticada para un próximo trabajo?

No creo que vaya a repetir. Estuvo bien, pero La calma chicha es un disco muy de laboratorio. Quizás el próximo trabajo tenga más que ver con la exposición en directo que hago de este último disco.

Y por cierto ¿Cómo es esa exposición que llega a Valladolid?

Es más una interpretación que una reproducción. Los músicos que vienen en gira son diferentes a los que grabaron el trabajo. Cada uno de ellos ha descubierto el disco a su manera y por lo tanto ha habido cambios. También he tenido varios cambios de músicos y eso, aunque es tedioso y da más trabajo de ensayos, lo cierto es que aporta una ventaja en cuanto a creatividad. En Valladolid actuaremos en formato de trío. Notaréis una intensidad diferente con unas canciones un tanto más refrescadas.

Antes de la edición del disco, estuvo una temporada viviendo en Estados Unidos. ¿Cómo valora aquella etapa desde la distancia temporal que la lleva hasta hoy?

Lo que más valoro es que me quitó bastante el miedo a muchas cosas. Nueva York es una ciudad que te humilla directamente (risas). Te hace muy pequeñita. Y claro, volví con un cuchillo entre los dientes. Las cuestiones logísticas por las que allí peleabas aquí las ves más fáciles. He perdido miedo y he ganado en desinhibición. Y eso da mucha fuerza, claro.