José Luis Gutiérrez inicia una gira que le llevará a Nueva York

Tres maletas acompañarán a José Luis Gutiérrez a partir de este jueves. Una para sus saxofones y dos para sus objetos sonoros, una colección de nuevos y personales instrumentos. Viajará con ellas a México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y, antes de volver, dos noches de jazz en Nueva York. En total, una decena de conciertos y cuatro master-class en una gira que terminará el 27 de marzo.

«Me gusta viajar para tocar, más que de vacaciones, así que estoy muy contento», dice el saxofonista vallisoletano. Repetirá en algún destino mexicano, donde estuvo en otra gira hace doce años. «Allí siempre nos reciben con mucho cariño, tienen muchas muestras de aprecio con los músicos, nos agasajan».

Su gira nace de una propuesta de la AECI, «que suele patrocinar giras más cortas y no suelen considerar el jazz. Pero hemos tenido suerte. En nuestro caso haremos cinco países, en todos ellos el concierto se enmarca o bien en un festival o bien en un gran espacio de cada capital. A partir de la propuesta de la AECI, hemos prolongado la gira. Teníamos pensado hacer alguna extensión más pero al final apostamos por Nueva York, nada menos que en el Jazz Club Iridium».

Gutiérrez compartirá escenario con Lar Legido, batería, y la parte de Marco Niemietz, contrabajo. «En Nueva York tocaré con Javier Moreno, un contrabajista madrileño que vive allí».

Escenario emblemático

La sala Iridium es el escenario mítico y anhelado de la gira. «Se trata de un lugar de difícil acceso, emblemático, uno de los tres importantes de Nueva York, en Broadway. Allí haremos nuestra música, donde mejor nos podemos medir a nivel internacional. Expondremos nuestro iberjazz que es una música con mucho color ibérico al que aplicamos la modernidad de la improvisación y nuestra fantasía». Sobre si le impone respeto el ir a una de las cunas de su música, considera que «hay buenos músicos de jazz en todas partes. Lo que hay en Nueva York es mucha escuela y sus defensores, tanto de la clásica como de las de vanguardia. Pero no nos preocupamos de eso. Fundamentalmente vamos a disfrutar de la experiencia. Estar allí es un gran premio y, si suceden cosas bonitas después, mejor, a pasarlo bien sin tener que demostrara nada».

Añade que también llevan «nuestros objetos sonoros». Precisamente con ellos dará cuatro master-class José Luis Gutiérrez, abiertas a todo tipo de público. «La filosofía es cómo sacar provecho sonoro de cualquier objeto. Llevo un panderidú, un vibrantum que es un gran tornillo con campanas y otros elementos grandes. Y varios de los pequeños».