El guitarrista Lee Ranaldo.

Lee Ranaldo: «El pop es monocromático, a mí me interesa toda la paleta sonora»

El exmiembro de Sonic Youth presenta las canciones de su banda The Dust en el ciclo Delibes+Acústico hoy en Valladolid

Victoria M. Niño

Jueves, 5 de marzo 2015, 09:15

Lee Ranaldo (Nueva York, 1956) sube hoy el telón del ciclo Delibes+Acústico con su gira Solo acoustic songs. En el escenario de la sala del Teatro Experimental del Auditorio Miguel Delibes estará a solas con sus guitarras para tocar las canciones de los dos álbumes grabados con su banda The Dust (Between the times and the tides y Last night on earth) y algún tema de los que está componiendo para el próximo disco. Considerado uno de los mejores guitarristas de las últimas décadas, el exmiembto de Sonic Youth sigue acercándose a las seis y hasta las 12 cuerdas de su Moonlander con la intención de experimentar. Del mantra al ruido, Ranaldo quizá pida prestado el arco a algún chelista.

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¿Hay un Ranaldo en solitario y otro para la banda?

No. Compongo con la guitarra acústica y luego con la banda desarrollamos esas canciones. Me gusta pensar que son flexibles y tienen distintas posibilidades. El origen es el mismo, tienen una vida íntima en la versión acústica, en escenarios más pequeños, y otra más de banda electrónica-rockera.

En menos de dos meses vuelve a España con el grupo de Thurston Moore (ex Sonic Youth) ¿cómo alterna sus egos musicales?

Generalmente disfruto de la banda, hago colaboraciones con otros músicos, me dedico al arte visual, pero la agenda la organiza The Dust.

Guitarrista rockero pero también depositario de encargos para una orquesta de cuerda. ¿Cómo es su relación con otras músicas?

Es una relación de siempre, desde que vine a vivir a Nueva York. Aquí el mundo musical es grande, variado, mezclado, se une gente de disciplinas diferentes, de instrumentos de orquesta, de rock, de percusión. Es algo natural. Tengo ideas que adapto a distintas formaciones y proyectos. Lo que tienen en común todas desde Sonic Youth es la tendencia a la música instrumental. También escribo poemas, canciones, y disfruto cantándolas.

¿Cómo lograron permanecer casi tres décadas en los escenarios con una música que se mueve entre John Cage y los Beatles?

Sí, probablemente nuestra longevidad se deba a estar entre Cage y los Beatles. No lo sé, solo puedo decir que la idea de todos nosotros fue investigar las posibilidades del sonido y disfrutar con ello, teníamos ideas y las realizábamos. Hay gente que vive un éxito temprano y cree que ese es su objetivo. Nosotros teníamos otro, hacer arte a través de la música. Si tu planteamiento es artístico, lo aceptas para toda la vida y cambia el enfoque. Tuvimos la suerte de tener un público al que le interesó lo que hacíamos.

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En su trayectoria hay una relación constante entre imagen (instalaciones, pintura, películas) y música, ¿desde que se casó con una artista plástica?

Siempre me interesó, antes de aparecer Liah. Era lo que elegí en la Universidad porque entonces nadie pensaba que podríamos hacer carrera con la música, aquello era un sueño. Así que me expresaba pintando, escribiendo. Con el tiempo nos centramos en la música, Sonic Youth fue una explosión. Me vine a Nueva York y mantengo dos vías creativas paralelas, la visual y la sonora.

Desde 1999 toca en Text of light, banda dedicada a improvisar en proyecciones de cine vanguardista, y también tiene público.

Somos un colectivo centrado en la improvisación. Nos juntamos entre dos y seis veces al año. En 2015 tenemos dos fechas comprometidas.La improvisación no tiene un público multitudinario, pero sí comprometido y fiel. A veces lo popular ensombrece otras músicas como la sinfónica, la improvisación, la contemporánea. El pop es solo una parte, nos rodea, la cultura popular que engancha a mucha gente que no tiene tiempo para más.

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¿Es válida hoy la etiqueta de rock ruidoso que les colgaron en los ochenta?

No tengo ningún problema en identificarme con el noisy rock. La música hoy en día está abierta a todos los sonidos posibles, todos son considerados e incluidos. Si lo dejamos en rock solo, es lo mismo que llaman a lo que hace Taylor Swift, por ejemplo. Me gusta experimentar con toda la paleta sonora, estoy cómodo con todos esos colores. El pop casi es monocromático, a mucha gente le gusta lo mismo porque es inmediato, no exige ningún esfuerzo de atención, no es compleja se puede escuchar trabajando, en el coche. Las otras músicas también tienen su público.

Productor, entre otros, de Cristina Rosenvinge ¿es otra manera de vivir la música?

Ese trabajo viene de mi disfrute en el estudio, de crear música y ayudar a otros con la suya. Lo que he aprendido puede valer para otros, y sobre todo, cuando trabajas con la música ajena te acercas con más objetividad. Es más difícil alcanzar cierto equilibrio con la propia.

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Le inspiró el huracán Sandy. ¿Qué sonidos le atrapan?

Cualquier ruido interesante, sorprendente. Aquello fue porque estaba en mi apartamento cuando comenzó y oía un ruido desquiciante, a veces eran como voces, otras un ruido horrible, por momentos, bonito. Nunca había escuchado algo así. A veces me pasa en el metro, en las obras, en la calle, son sonidos inusuales. Los oigo, los grabo y quizá los use luego. Después del huracán fui a casa y lo intenté trasladar a notas en el piano. Eso es lo que usé para la composición de la orquesta de cuerdas en Berlín.

¿Compone desde el piano?

No siempre, cuando es algo para más instrumentos sí. Pero mis canciones nacen de la guitarra. Curiosamente para el próximo álbum estoy componiendo en el piano, pero nunca lo he usado ante el público.

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