El Ministerio negocia adquirir el edificio anexo para ampliar la Casa Museo Cervantes

El proyecto para la adquisición del inmueble nace de una moción defendida por Alberto Gutiérrez Alberca, portavoz del PP en la Comisión de Cultura en el Senado, aprobada por unanimidad de los grupos de la Cámara Alta. La iniciativa defiende que la Casa Museo Cervantes, de la que es titular desde su fundación, en 1948, el Ministerio de Cultura, «es la única existente en España en la que está acreditado que vivió el insigne escritor».

El hecho de que la Casa comparta sede con la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, institución que este año cumple su 240 aniversario, hace imposible a ambas instancias desarrollar sus respectivos proyectos culturales por la falta de espacio. Así, mientras la Casa Cervantes carece de un salón de actos y de espacio para dependencias administrativas, la Academia de Bellas Artesdemanda sitio para la exhibición al público de los fondos artísticos de su colección.

Gutiérrez Alberca señala en la moción que el edificio colindante referido «se encuentra cerrado y abandonado, siendo su última titularidad la de una caja de ahorros [convertida en banco] para la que el edificio carece de interés». El inmueble –prosigue el texto de la iniciativa parlamentaria–, que había pertenecido a la Sociedad Industrial Castellana y de construcción relativamente reciente, fue «cuidadosamente restaurado por el arquitecto Pablo Puente –autor de los montajes de las exposiciones de las Edades del Hombre entre 1988 y 2001–, puede ser una oportunidad única y que no se debe dejar pasar para impulsar un proyecto cultural cervantino que sería emblemático para la ciudad en la que vivió el escritor universal».

En su intervención en defensa de la moción, el senador del Partido Popular por Valladolid recuerda que la casa en la que habitó Cervantes, obra que se atribuye al arquitecto Juan de las Navas, se libró de la demolición gracias al mecenazgo privado; en concreto y tal y como recuerda Enrique Berzal, a la intervención del cervantista marqués de la Vega Inclán, que consiguió las reparaciones y compras pertinentes con la ayuda que le prestó el rey Alfonso XIII (que más tarde regalaría su aportación al Estado español), y la del presidente de la Sociedad Hispánica de Nueva York, Archer Milton Huntington. Así pudo conservarse y convertirse en museo la casa de Valladolid, que durante algunos años cobijó a Cervantes y su familia y en la cual fueron escritas obras como 'El coloquio de los perros', 'El casamiento engañoso', 'La ilustre fregona', 'El licenciado Vidriera' y algunas más. Una deuda saldada el 22 de abril de 1948, hace ahora 71 años, cuando, en medio de brillantes fastos , se inauguró oficialmente el Museo de la Casa Cervantes.