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César Pérez Gellida, Carlos Moro y Dolores Redondo brindan en el exterior de la bodega Emina. Agapito Ojosnegros Lázaro
«Todo marida bien con un crimen»

«Todo marida bien con un crimen»

Los novelistas Dolores Redondo y César Pérez Gellida acuden a la cita de la bodega Emina de Valbuena para hablar de novela negra, libros y vino

Domingo, 8 de marzo 2020

La novela negra ya no es lo que era. Y ayer se puso de manifiesto en el séptimo Encuentro entre Vino y Literatura organizado por el Grupo de Bodegas Matarromera, y que tuvo a Carlos Moro como anfitrión. A la cita acudieron dos protagonistas de postín, ambos escritores superventas. De un lado, la vasca Dolores Redondo, exitosa autora de la Trilogía de Baztán, y en el otro, el vallisoletano César Pérez Gellida, responsable del ciclo de novelas 'Versos, canciones y trocitos de carne'. Uno y otra representan a una nueva generación de escritores que ha relanzado el género en España a partir de un enfoque 'mestizo' que combina la investigación criminal con otros elementos y que se sale de los patrones clásicos. «Todo marida bien con un crimen», explicó Dolores Redondo, en referencia a esa nueva actitud de los autores de novela negra.

El nuevo interés por la novela negra se basa en viejos motivos. Pérez Gellida destacó la sempiterna fascinación del ser humano por el mundo del crimen y las zonas oscuras del alma. Y Dolores Redondo añadió: «Puede que vivamos en un mundo buenista que parece de Disney, pero sabemos que no es verdad, que hay muchas cosas que no funcionan». Y añadió otro aliciente del género: su carácter justiciero. «Frente a la justicia real, que muy a menudo se nos queda corta, en la literatura podemos darle al malo lo suyo. En 'Todo esto te daré' reescribí el final de uno de los malvados porque me pareció que se merecía una muerte peor. Es el poder del escritor».

No le ha resultado fácil a este género abrirse camino en España. Pérez Gellida recordó que existe una buena nómina de escritores 'negros' (Vázquez Montalbán, Andreu, Juan Madrid, Alicia Giménez Bartlett…) pero no los había acompañado el éxito. «Fue el impacto de la Trilogía del Baztán, que pulveriza los límites de ventas habituales -ya ha superado el millón y medio de lectores- la que hace que las editoriales vuelvan a mirar la novela negra con interés». Y, sin embargo, a la primera de esas novelas que batirían récords, 'El guardián invisible', le costó encontrar hueco en los proyectos editoriales. «Costó mucho encontrar quien la publicara», recuerda Dolores Redondo. Y es que «las editoriales rechazaban justamente los aspectos novedosos que luego la han distinguido: el transcurrir en un entorno muy local, y muy reducido; la presencia de algunas palabras en euskera; y el uso de algunos elementos mitológicos de la tradición vasconovarra».

Si el mestizaje de géneros es una de las claves del boom actual de la novela negra, no lo es menos su vínculo con escenarios muy locales y singulares en una nueva encarnación de la conocida máxima que invita a viajar de lo local a lo universal. En el caso de Pérez Gellida, esa referencia próxima la aporta su Valladolid natal. Y es así por una combinación de comodidad y aprecio por lo propio. La historia de Memento Mori, la novela que le dio a conocer hace diez años, «podía trascurrir en cualquier lugar, pero me resultaba más cómodo ambientarla en mi ciudad. Además, me siento muy vallisoletano y era una forma de homenaje».

Redondo ha viajado desde el Baztán navarro a la Ribeira Sacra gallega en busca de entornos singulares forjados por lealtades al paisaje y a modos de vida tradicionales. «Los seres humanos somos muy parecidos y nuestros miedos son los mismos en todas partes», explica la escritora vasca. De ahí que los localismos de su obra hallan sido perfectamente entendidos en los lugares más remotos «donde tienen mitos muy similares».

El éxito de ambos autores revela una nueva pujanza de la literatura española, pero es una pujanza relativa. Pérez Gellida, que acaba de publicar 'Todo lo peor', ofreció un dato impactante: «El 80% de los libros que se publican venden menos de 500 ejemplares». Como consecuencia de ello, «no pasan de cien las personas que pueden vivir en España de la venta de libros. Y sólo unos pocos de ellos superan la barrera de los 15.000 o 20.000 ejemplares. Dice poco de un país que sólo un centenar de personas puedan vivir de escribir. Es un sector en el que es muy difícil entrar».

Quizás por esa dificultad, los dos escritores reunidos ayer en la bodega Emina, en Valbuena de Duero, tenían otros trabajos antes de lanzarse al ruedo literario. «Yo siempre quise ser escritora», recuerda Redondo, «pero mi padre me dijo que de eso se moría uno de hambre. Y me dio un buen consejo: búscate un modo de ganarte la vida y luego lucha por tus sueños. Y eso es exactamente lo que hice».

«En las bodegas de Castilla y León hay muchas historias que contar»

Los dos novelistas invitados al séptimo encuentro literario celebrado en la bodega Emina de Valbuena de Duero han incluido, de un modo u otro, el vino en sus obras. En el caso de Dolores Redondo fue el descubrimiento, en la Ribeira Sacra gallega, de la bodega Vía Romana -cuyo propietario Juan Luis Méndez participó en el coloquio- la que la impulsó a escribir la historia de 'Todo esto te daré', novela con la que ganó el Premio Planeta en la edición del año 2016. Por su parte, el vino es un elemento esencial en el retrato idiosincrático del detective Ramiro Sancho, el héroe del vallisoletano César Pérez Gellida, y que el propio novelista describe como un «un talibán del vino de la Ribera de Duero». Quizás por ello el anfitrión y fundador del Grupo de bodegas Matarromera, Carlos Moro, animó a los dos novelistas a sumergirse en el mundo del vino de la comunidad y en su paisaje. «En las bodegas de Castilla y León hay muchas historias que contar», aseguró Moro.

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