Llega a Olmedo un Cervantes inédito que anticipa temas y personajes de El Quijote

«De las ocho comedias que escribió Cervantes, ésta es la única que nunca se había representado; nos parecía un escándalo. Había que saldar esa deuda», explica el director Ernesto Arias, que ha logrado sacar adelante el proyecto gracias a la colaboración de la Fundación Juan March y su programa Dramaturgo invitado. «En su momento la obra fue considerada un galimatías sin coherencia, pero es porque Cervantes era un experimentador en todo, también en su teatro, que no tiene demasiado que ver con la dramaturgia del Siglo de Oro, ni con el Arte Nuevo de Hacer Comedias, de Lope de Vega», explica Arias.

Sin embargo, vista con ojos de hoy resulta una obra adelantada a su tiempo, y que quizás se entienda mucho mejor en el nuestro. «Es una obra que está más cerca del público de Lorca que del de Lope de Vega», resume Arias. Porque, frente a la coherencia del teatro clásico, organizado linealmente, en sólo tres jornadas y con planteamiento, nudo y desenlace, en Cervantes la historia «no es lineal, se desarrolla como en capas de cebolla; crea un laberinto dramatúrgico para hablar de un laberinto emocional».

No obstante, Ernesto Arias aclara que la obra es fácil de entender para el público de hoy, que la está recibiendo con éxito allí donde se estrena. «La obra leída es compleja y difícil, pero sobre la escena es elocuente. Y el público de hoy está preparado».

También es distinto el tipo de verso. En este caso a favor de la claridad. El de Cervantes está más próximo a lo que podríamos considerar el habla conversacional. «Cervantes hablaba de un verso ínfimo, que suene natural, y por eso escribía en endecasílabos. Podríamos imaginarnos a alguien hablando así».

'La casa de los celos…' es un universo de ficciones repleto de personajes, que ha debido simplificarse en su versión actual. Una de sus peculiaridades es que los expertos sitúan su escritura poco antes de el Quijote y, de hecho, pueden reconocerse temas y asuntos comunes entre ambas obras. De hecho, la obra incluye referencias al mundo de las novelas de caballerías, con abundante presencia de la magia. Pero la mayor coincidencia la aporta su tema principal: el conflicto entre ilusión y realidad.

«Cervantes parece decirnos en esta obra que dejarnos llevar por la ilusión es importante, pero que si te despegas demasiado de la realidad puedes recibir unos golpes tremendos», explica Arias.

¿Cómo es posible que una obra que hoy se reivindica estuviera olvidada durante tanto tiempo? «El problema del Cervantes dramaturgo es lo extraordinario que es el Cervantes narrador», resume el director de 'Escénate'. Su texto contempla un riquísimo y muy complejo uso de todos los elementos de la tramoya teatral (trampillas, pescantes, giratorios…) que en la versión que se verá en Olmedo se han simplificado en una escenografía moderna.

«Es un juego escénico con mucha ilusión y humor», opina el director de la compañía. Un humor basado en la ironía y planteado con cierta ambigüedad. «La comedia española le debe mucho a Cervantes y a su forma de entender el humor».