Carlos Valentín, con sus libros. L. N.

De Villanubla, aficionado al humor y a la rima consonante

Carlos Valentín autopublica dos libros, 'Humor en verso' y 'Ocurrencias Lingüísticas', cuyos beneficios irán a causas solidarias

Laura Negro

Valladolid

Jueves, 22 de abril 2021, 07:30

Dice que iba para humorista, y que se quedó en humo. Que le pudo más la seguridad de un trabajo fijo como administrativo en una Caja Rural, que seguir los pasos de su idolatrado Gila. Carlos Valentín siempre sintió atracción por el escenario, ganas de ... provocar risas y de hacer la vida más agradable a todos los que le rodean. Desde luego, va sobrado de sentido del humor, ingenio, facilidad para los juegos de palabras y una lírica divertida y atrevida. Cualidades, todas ellas, que ha sabido aprovechar para sacar adelante dos libros que ha autopublicado en el 2020, Humor en Verso y Ocurrencias Lingüísticas, cuyos beneficios irán destinados íntegramente a la Casa de Beneficencia y al Banco de Alimentos, respectivamente.

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Carlos Valentín (Villanubla, 1956) empezó a rimar con tan solo 17 años, para una función de su colegio, Cristo Rey, donde estudiaba electricidad. Le cogió el gusto a la métrica y desde entonces no lo ha dejado. Escribía de forma habitual para la revista de su pueblo, 'La voz de Villanubla', y desde 1996 es un habitual del certamen de cuartetas, en el que siempre sorprende a sus vecinos con ripios y chascarrillos sobre temas actuales y acontecimientos locales. Hace 7 años, con su prejubilación, encontró en la escritura su mejor refugio y pasatiempo. Su primer libro 'Humor en verso', (Ed. Maxtor), es una recopilación de 50 de las mejores poesías que ha escrito a lo largo de su vida. Lleva por subtítulo 'Sonrisas a 24 céntimos la pieza'. «El libro vale 12 euros, por eso digo que la poesía sale a 24 céntimos. Si la lees dos veces, sale a 12», dice con su fino humor.

Escribe sobre temas muy variados, desde sus propias vivencias, hasta la actualidad política, sucesos, la vida en el pueblo o situaciones cotidianas. «He escrito sobre la ITV, sobre el tabaco, los okupas o los huevos escocidos. Lo último que he hecho ha sido sobre las mociones de censura. En lugar de escribir quintillas, escribo 'quintirijillas', que son quintillas de mentirijillas, con rima consonante o asonante. Lo que busco es la sonrisa, la gracia. Hoy en día se publica muy poca poesía humorística. La que yo hago es fácil de leer y muy divertida», promete este autor villanublense.

Su segundo libro, Ocurrencias Lingüísticas también ha visto la luz en época de pandemia, sin embargo, lleva años rondándole en la cabeza. El mismo Leo Harlem dice en su prólogo que «es un libro divertido y peculiar», y que «tenía que venir recomendado por la Seguridad Social, porque el humor, especialmente cuando se vincula al lenguaje y su disfrute, adquiere el nivel de medicina y terapia de la buena». «Cuando José Luis Coll, en 1975 editó su Diccionario, yo ya tenía inventadas algunas de las palabras que figuran en este libro. Desde entonces llevo inventando y ya tengo unas 2.000 en total. En el libro he incluido más de 800. No descarto publicar un segundo volumen», explica.

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