«Vengo aquí para entender lo que leo»

Frente a este texto que abordan en el club de lectura fácil se concentran en silencio, siguiendo atentamente el relato en voz alta por turno de cada página. A distinta velocidad y con su propia entonación, apenas afectan al ritmo narrativo las leves correcciones que se hacen unos a otros en la pronunciación o cuando alguien se salta una letra.

'Mis padres no son muy normales. Soy hija de reyes, y eso tiene ventajas, pero también inconvenientes. No sé si decir que me voy o que me echan, porque cuando tus padres te casan, te están invitando a marcharte. Y eso han hecho los míos: me han casado». Esto dice uno de los primeros párrafos del texto escrito en primera persona en el que Juana de Castilla da cuenta de su desdichada existencia.

La lectura fácil es una herramienta de accesibilidad cognitiva que implica elaborar textos fáciles de leer y comprender, y tiene sus reglas. «Los problemas para entender textos pueden ser de todo tipo; hay estudios que apuntan que el 30% de las personas tienen a lo largo de su vida dificultades de comprensión lectora, desde dislexia o discapacidad intelectual hasta mayores con deterioro cognitivo», expone Soledad Carnicer, secretaria de la Asociación de lectura Fácil de Castilla y León.

Al menos medio centenar de clubes de lectura fácil operan en la región. De ellos 19 llevan en su nombre el adjetivo fácil y 35 son entidades que atienden a individuos con algún tipo de dificultad de comprensión lectora, mayores, personas con discapacidad, población extranjera que no domina la lengua, etc). En iniciativas de este tipo participan en Valladolid la Biblioteca de Castilla y León con tres clubes (en las nueve bibliotecas públicas de la Junta funcionan 26 clubes con 318 lectores), Fundación Personas-Asprona, el centro especial Padre Zegrí y la Fundación Intras. En otras provincias los organizan otras asociaciones.

Las edades de los asistentes van desde los 19 años hasta más de 65. Pocos ganan en veteranía y fidelidad a Candelas Rodríguez, de 63 años. Lleva doce años acudiendo al club. El último título que ha pasado por sus manos es 'Colores prohibidos', de María Peralta, editado por La Mar de Fácil. Porque cada vez hay más libros con estas características y más editoriales y escritores que adaptan sus textos o los publican ajustándose a este nicho de lectores. «Se están adaptando volúmenes de cocina, guías sanitarias, temarios para oposiciones y turismo accesible... hay muchos ámbitos más allá de lo literario», cuenta Soledad Carnicer. «La lectura fácil tiene cada vez más relevancia y más demanda».

Otro de los más fieles en asistencia es Francisco Calleja, de 51 años. «Vengo aquí porque soy socio de la biblioteca y en 2010 me enganché a leer estos libros, no es lo mismo hacerlo con frases complejas que en lectura fácil, con palabras que entendemos».

El pasado jueves Neus Arqués, autora de la obra sobre Juana de Castilla, y la adaptadora Rebeca Díez presentaron el libro en la Biblioteca de Castilla y León. Antes de ser llevado a imprenta, el texto fue validado por el grupo de lectura fácil de salud mental, que también reúne a sus miembros en el centro de la plaza de la Trinidad.

Son cuatro los compromisos que adquieren los participantes en estos encuentros: «Venir, leer, escuchar y comentar», resumen a coro varios de sus integrantes. Soledad Carnicer coordina junto a dos voluntarias este grupo de los martes y, antes de comenzar, introduce el contexto histórico: «Vamos a leer una novela sobre la reina Juana de Castilla a la que todo el mundo llamaba la loca». Paco, uno de los participantes advierte que lo de loca «es entre comillas». Lo que sabemos de ella, prosigue Soledad dirigiéndose a los lectores, es que era hija de los Reyes Católicos, que se casó con Felipe el Hermoso, que vivió en Tordesillas 46 años... Este último dato anima a una participante, Dolores de la Fuente, a recordar que cada año en la Villa del Tratado se celebra un desfile conmemorativo. A lo largo de la sesión surgen preguntas que llevarán a explicar entre los participantes o con la intervención de las monitoras el significado de palabras como 'dote', 'reconquista' o expresiones en sentido figurativo del tipo 'los reyes utilizaban a sus hijos como si fueran piezas de ajedrez' a la hora de concertar matrimonios.

Que las frases no sean largas ni contengan demasiadas subordinadas, vocabulario sencillo, huir de las palabras con varios significados, emplear una letra grande (a partir del tamaño 14), evitar la tipografía en cursiva y expresar una idea por frase son algunas de las reglas en las que se sustenta la lectura orientada a quienes tienen dificultad de comprensión. «Cuando adaptamos un texto, quien primero lo tiene que leer es el autor para garantizar que no hay errores de concepto ni algo que vayamos a transmitir mal. Siempre se elimina información, se resume y luego pasa un filtro con validadores que garantizan la conversión en lectura fácil», añade Carnicer.

Mes a mes se ensancha el catálogo de libros adaptados a lectura fácil. Entre los últimos en llegar, 'Cuentos del azar y del amor', de Miguel de Unamuno; 'Don Juan Tenorio', de José Zorrilla; 'El pastel del diablo', de Carmen Martín Gaite, y 'Jerjes conquista el mar', de burgalés Óscar Esquivias, que ha dado su permiso que su obra esté al alcance de otros lectores.