Ana Vegas, ganadora del Premio José Zorrilla: «El jazz es nostalgia de lo vivido que se añora»

«No es lo normal, pero me ha pasado otras veces escribir como si me sintiera poseída por un hombre de los años 40 o 50. Y me encanta que me pase, porque cuando ocurre me salen cosas muy buenas», explicó ayer en Valladolid tras recibir el galardón, ver su obra publicada y asistir a la lectura de algunos de sus poemas.

Ana Vega ha contado otras veces que la idea de 'Barras de luna' surgió un día que comenzó a leer un monográfico de la revista Litoral sobre la poesía del jazz. «La lectura me trasladó a otro mundo y al poco sentí la necesidad de escribir. Luego seguí leyendo y me volvió a pasar y ya no pude parar», recuerda. El tronco del poemario lo escribió en dos días, aunque luego necesitó algunos más para darle forma.

Ese mundo del jazz le hizo evocar un viejo bar y los personajes pintorescos que lo frecuentaban y le proporcionó un contexto, un ambiente y un aroma para sus versos. «Para mí la poesía es magia», explica Ana Vegas, «y yo en el jazz veo la nostalgia de lo vivido y de lo que se añora. También un ambiente y una atmósfera». ¿Y qué tienen en común su poesía y el jazz? «El corazón. El corazón del jazz y el de mi poesía están unidos».

La octava ganadora del Premio José Zorrilla se encontraba ayer en Valladolid como en una nube. Sorprendida todavía por el exitoso recorrido de su colección de versos, pero espoleada también por sus primeros días en una ciudad que no conocía, pero que le evocaba, también, otros recuerdos. «Desde los diez años he admirado mucho a José Zorrilla. De niñas, de hecho, representábamos algunas escenas de 'A mejor juez, mejor testigo», recuerda Ana Vegas. «Y ahora que he conocido su ciudad me he enamorado de Valladolid, de su niebla, y su lluvia, de lugares como el Pasaje Gutiérrez, que me recordaron a esos bulevares de París». Y ahora, entre sus motivos de admiración, incluye también al empresario Enrique Cornejo. «Le agradezco mucho el esfuerzo de mantener el certamen en esta situación, cuando otros muchos premios se han aplazado o suspendido».

El propio Cornejo, que ejerció de anfitrión y maestro de ceremonias del acto reiteró su compromiso con la cultura y proclamó que «será la cultura la que saque a la sociedad del lugar donde está ahora». Asimismo, defendió la importancia de recuperar en lo posible la normalidad «porque este virus ha venido para quedarse y tenemos que aprender a convivir con él: por eso tenemos que salir y tenemos que consumir».

Al acto -que se celebró en el patio del restaurante 'El caballo de Troya' ante la imposibilidad de hacerlo en el Teatro Zorrilla, como es habitual, por imposición sanitaria- asistió la diputada de Cultura de la Diputación de Valladolid, Nuria Duque, así como directores de medios de comunicación, miembros del jurado (los poetas Carlos Aganzo y Fermín Herrero) y personalidades de la cultura como el músico e investigador del folclore Joaquín Díaz.

Durante el acto se presentó la edición del poemario en la editorial Algaida, que cuenta con un prólogo de la también poetisa Raquel Lanseros, quien destaca que 'Barras de luna' «es un homenaje a los recuerdos, un hermoso tributo a la melancolía que, puntual e inevitable, llega siempre del brazo del paso del tiempo».