Un cargamento de libros sale de Maxtor camino de las casetas de la Feria de Libro en la Plaza Mayor. CARLOS ESPESO

Valladolid se prepara vivir durante diez días la gran fiesta de los libros

La Feria de la Plaza Mayor reúne 53 casetas con las mejores propuestas literarias y un descuento del 10%

Víctor Vela

Valladolid

Jueves, 2 de junio 2022, 20:28

«Aquí tiramos los asientos del coche, un C3, para adelante, y esto nos da la vida», dice Luis Lobato a las puertas de Maxtor, mientras un cargamento de cajas repletas de libros sale de la librería de Fray Luis de León rumbo a la ... Plaza Mayor. Harán el trayecto en este vehículo, que viaja por las calles de Valladolid cargadito de letras. Hasta los topes. «Ya lo tenemos más o menos calculado. En cada caja nos caben treinta libros. En el coche entran unas 25 cajas». En un par de trayectos han acercado 1.500 volúmenes hasta la caseta con la que participarán en la Feria de Libro, que este viernes estrena su edición número 55.

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Cuando Luis llega con sus propuestas literarias a la Plaza Mayor, a los pies del conde Ansúrez ya hay un trasiego imparable de libreros y editoriales. Acaban de recibir las llaves de las casetas en las que trabajarán durante los próximos diez días. Esta jornada previa al estreno está destinada a limpiar, colocar, ordenar. Hay que preparar frontales y fondos, que disponer los libros de la mejor manera posible para que el público descubra, de un simple vistazo, cuáles son las propuestas literarias con las que se asoman a la feria. Porque la selección y el trabajo previo comenzó hace, por lo menos, un par de semanas.

«Con quince días de antelación tenemos que hacer a las editoriales los pedidos de lo que creemos que más puede funcionar estos días», explica Isidro Díaz, de la librería Margen. En su local de la calle Enrique IV manejan un fondo de más de 36.000 títulos. Es imprescindible hacer una selección, porque en la caseta, «como mucho», pueden disponer de un catálogo de unos tres mil. «Los cuatro metros de frontal no dan para mucho más». Siempre es posible hacer peticiones, pero la venta en la feria suele vincularse más con el arrebato, con el deseo inmediato. Y con las apuestas editoriales más potentes o que están de moda. «Los 'best sellers', los libros de los 'influencers' tienen que estar. Pero además de las novedades, nos gusta llevar a la feria aquello en lo que nos diferenciamos.Somos una librería general con una sección fuerte de humanidades (sociología, cine, filosofía, música...). Nos gusta escoger con calma lo que queremos llevar», apunta Isidro.

Preparativos para la Feria del libro de Valladolid. CARLOS ESPESO / RODRIGO JIMÉNEZ

«Es difícil elegir, ¿eh?», añade Luis Lobato, convencido de que no pueden faltar esos títulos que, de entrada, tienen tirón. «Pero si el público solo ve libros de Dolores Redondo o Pérez-Reverte, en todas las casetas, entonces la feria no resulta atractiva». Cada librero ha de intervenir para dejar su sello en el mostrador. «En nuestro caso, libro ilustrado, histórico, de viajes o de divulgación», indican desde Maxtor, que resaltan, por ejemplo, la demanda que suelen percibir de libros sobre la Guerra Civil o al II Guerra Mundial.

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No pueden faltar las novelas de los escritores que firmarán en las casetas durante estos días (Antonio Muñoz Molina, Ana Merino, Brenda Navarro, Reyes Calderón...)y hay que disponer de más ejemplares de los que habitualmente tendrían en las librerías. De ahí ese pedido extra a las editoriales que ha de hacerse con antelación. El problema es que pueden encontrarse con un suministro no tan fluido como les gustaría, porque durante estos días compiten con la Feria del Libro de Madrid, y también allí hacen acopio de más volúmenes para atender a los clientes.

Por eso, dicen, es importante adelantarse unos días a los pedidos. «Pero tampoco podemos acumular mucho, porque el espacio que tenemos en los locales es limitado», indica Isabel Escudero, de la librería Clares. En su caso, el transporte –al estar tan cerquita de la Plaza Mayor, en la calle San Felipe– no se hace en coche... sino con un carrito. En él lleva las cajas con los libros que ofrecerá durante esta feria, con gran oferta de viajes, naturaleza, montaña... y la presencia de «editoriales y colecciones que nos gustan, como Libros del Asteroide, Impedimenta...».

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No es tan sencillo como parece este trasvase de volúmenes desde la librería a la caseta. No solo porque los libros pesan(mucho), sino porque hay que mantener al día el inventario. Hay que consignar cada ejemplar que sale del local, anotar si se vende durante la feria y si no, volver a darlo de alta cuando regrese a la librería habitual.

En La Marmota (Paseo de Zorrilla, 334)han convivido con cajas durante los últimos días hasta que ayer, por fin, pudieron llevarlas hasta la Plaza Mayor. Están llenas de libros infantiles, la especialidad de este negocio atendido por Andrea Álvarez. «El mostrador lo organizamos por edades. Hay una primera parte dedicada a bebés. La central es para álbum ilustrado. Y a continuación, el resto de libros», indica Andrea, quien acude a la feria con pedidos especiales de las grandes series de la nueva literatura infantil y juvenil, como 'Los rescatadores mágicos' o 'Anna Kadabra'. La feria vallisoletana cuenta este año con 53 casetas (25 de librerías, 17 de editoriales y ocho de instituciones).

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