El testamento espiritual póstumo de Carlos Amigo anima a apostar por el amor

«Era una persona profundamente creyente, intelectual, en contacto permanente con la escritura, y que leía muchísimo porque le gustaba estar siempre actualizado», explica Noguera, quien resalta que sus libros (escribió alrededor de 75) y sus muchísimos artículos de prensa y revistas eran, para él, instrumentos de evangelización. «Con unos se dirigía a los ya creyentes y con otros buscaba a los más alejados de la Iglesia».

Su secretario personal resalta que era una persona «muy coherente con sus propios principios, poco amigo de contemporizar, pero un gran amante del diálogo. No era un verso suelto, sino un hombre libre que quería estar cerca de todo el mundo y al que no le gustaba sentirse encorsetado». Noguera añade que «el débil y el que flaqueaba eran su debilidad» y que se negaba a demonizar a las personas. «Veía al otro como alguien a quien había que acompañar y ayudar», explica su ex secretario.

Este talante lo refleja en su libro póstumo con una forma nueva. En cierto modo, 'Al encuentro con Dios' es un viaje personal, pero con validez para muchos, en el que narra el proceso de peregrinación personal que lleva a un creyente a acercarse a Dios. «Todo el libro nace de su experiencia personal, aunque no sea una autobiografía. Lo que le preocupa es narrar el éxodo de todo cristiano; cómo la conversión personal va cambiando su vida, con sus altos y bajos, y le anima a buscar la santidad».

El objetivo último es «construir la civilización del amor», que a juicio de Carlos Amigo es el verdadero modo de vivir en cristiano. «Amar al prójimo, servir a los pobres, estar cerca del que sufre, tener un solo corazón (no vivir dividido), practicar el amor fraterno y hacer el bien en cualquier situación y circunstancia». De este modo resume Noguera lo que era la civilización del amor para el arzobispo y cardenal nacido en Medina de Rioseco.

Este libro, a diferencia de otros suyos anteriores, no aborda explícitamente los problemas morales que nos aquejan en nuestro mundo y en nuestro presente. De esos asuntos habló en dos volúmenes titulados '100 respuestas para tener fe'. Esta obra póstuma es más bien una invitación para entender la vida como un viaje espiritual cuyo objetivo sería, según resume Noguera, «evitar la corrupción y avanzar en el desarrollo de la virtud».