Francisco Sosa Wagner, jurista y escritor
«Tampoco ahora somos conscientes de que el mundo está crujiendo a nuestros pies»Francisco Sosa Wagner, jurista y escritor
«Tampoco ahora somos conscientes de que el mundo está crujiendo a nuestros pies»Francisco Sosa Wagner (Alhucemas, 1946), jurista, escritor, diputado en el Parlamento Europeo por UPYD entre 2009 y 2014, transita en 'Bohemios que hablaban alemán' (Funambulista) por la época de florecimiento cultural de finales del siglo XIX y el primer tercio del XX en Múnich ... y Viena. Por este fresco de la intelectualidad de la época resuenan ecos de Thomas Mann, Kandisky, Klimt, George Stephan, Stefan Zweig, Mahler o Rilke.
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–¿Qué le llevó a poner el foco en la bohemia?
–El enorme interés cultural desplegado por unos intelectuales heterodoxos que se concentraron a finales del siglo XIX en un barrio de Múnich, Schwabing, y en los cafés populares de Viena. Son escritores, artistas, pensadores, de habla alemana que vivieron en esos lugares.
–¿Qué le atrae de aquel tiempo?
–La calidad de aquellos creadores, su originalidad, el alejamiento de los modos sociales tradicionales. Hay nombres como los de la familia Mann, Rilke, Kandinsky, Hoffmanstahl, la poderosa cabeza teatral de Frank Wedekind, creador del personaje femenino Lulú, protagonista luego de una ópera de Alban Berg.Y así sucesivamente ...
–¿Qué aportó aquella bohemia a la cultura europea?
–Hay un personaje femenino, Franziska zu Reventlow, que no sé cómo no ha suscitado el interés de los movimientos feministas. Imagine una condesa rica que abandona todo el glamur de su situación social y se marcha a vivir la bohemia a Múnich trabajando allí de traductora, pintora.....
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–¿Observa alguna relación con la época actual?
–Todas las épocas tienen su heterodoxia. En aquella se puede observar el florecimiento cultural, pero también cómo va naciendo la mala hierba del pensamiento totalitario y antisemita en actitudes, escritos, una dimensión que está muy reflejada en mi libro.
–¿Cómo se percibe aquel ambiente desde la contemporaneidad?
–Lo curioso es que nadie percibía lo que se venía encima: la I Guerra Mundial, fruto de los nacionalismos, y la aparición de los totalitarismos, el nazi, el fascista y el comunista. Las cuatro grandes desgracias del siglo XX. Tampoco ahora somos conscientes de que el mundo está crujiendo a nuestros pies. Especialmente en España se vive un atolondramiento suicida, ignorante como es la mayor parte de la ciudadanía de que el sistema democrático limpio de adherencias populistas tiene los días contados.
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–¿Considera que la sociedad española está menos preparada culturalmente que, por ejemplo, la alemana?
–En ciertas capas sociales españolas se encierra un mundo cultural de enorme valor, lo mismo que en casi todos los demás países europeos, lo que sí noto es que en la Universidad el nivel medio estudiantil es muy bajo.
–¿Cómo se llevan en España la cultura y la política?
–La cultura viva está muy viva y no hay por qué preocuparse de ella. En España tenemos grandes creadores en la literatura, en el arte etc. Otra cosa es la cultura oficial que hasta hace unos días ha estado representada por un señor socialista que no había conseguido salir del primer curso de los estudios que intentó.
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–¿Qué sensación le produce la situación política actual?
–En España las instituciones políticas básicas se están desmoronando sin que nadie nos diga cómo podemos reemplazarlas. ¿Debemos estar tranquilos porque muy pocos perciben esta situación?
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