Feria del Libro de Valladolid

Sánchez Santiago eleva un canto literario al goce de lo más cercano e inadvertido

«He tratado de volcar lo que tiene que ver con al exaltación de lo pequeño, un poema, una observación, un aforismo, una nota urbana... todo en un baúl revuelto», explica a propósito del latido que percibe en la cotidianidad más inadvertida. «Me fijo en la dignidad y el misterio que tienen las cosas más cercanas a nosotros». 'El sitio de las cosas', 'Los seres suaves' y 'Los pequeños quehaceres' arman la voz de un texto, concluye, atento a aquello con lo que no se cuenta, «superfluo en apariencia pero absolutamente necesario».

Los pequeños quehaceres siempre han estado en el foco de las atenciones del autor de 'Este otro orden' (Dilema). «Me han interesado mucho los oficios, esos quehaceres que tienen que ver en relación directa con las cosas. Estamos en una relación diferida con el mundo, todo lo que tiene que ver con esas labores sencillas reivindica un contacto con lo real». El quehacer del poeta, del relojero, el afilador.... son profesiones que entrañan formas de estar cerca de las cosas y que Sánchez Santiago pone como ejemplo de que acercarse a ellas significa «dignificarlas más, eso me interesa mucho, como todo lo que tiene que ver con la materia, desde una mujer que teje hasta una persona que pasa por la calle cantando; el libro reclama lo pequeño como lo verdaderamente necesario, aunque esté en las afueras de lo útil».