Inés García Albi, gestora cultural y creadora del proyecto 'Ancha es Castilla'

«Quiero que la gente disfrute de Castilla como la disfruto yo desde pequeña»

El engarce para transmitir esa sensación son las jornadas en las que la localidad vallisoletana recibirá del 19 al 22 de septiembre a 25 visitantes que llegan con la intención de sumergirse en el paisaje castellano a través de los ensayos de Azorín, de la poesía de Antonio Machado y de la prosa de Miguel Delibes de la mano de Marisa Sotelo, catedrática de literatura española de la Universidad de Barcelona.

A los asistentes foráneos se les unirán vecinos de la localidad, de la comarca y veraneantes así como cualquiera que quiera acercarse a participar. Los inscritos, llegarán de Madrid, Barcelona, Bilbao, Nueva York, Málaga y Valladolid, entre otras procedencias, y se alojarán en casas de vecinos de Fuente Olmedo, Llano de Olmedo o Almenara que ejercerán como anfitriones culturales, «aunque también es posible hacerlo en hoteles de la zona», resume García-Albi sobre una iniciativa, dice, «de la que me siento muy orgullosa».

A lo largo de esos cuatro días, con varias horas dedicadas a seminarios, el programa incluye también cenas y comidas en común, «paseos ilustrados por el campo» acompañados por Jesús Fragua, agricultor y gran conocedor «del entorno y sus misterios», visita a la ganadería Gamazo y a un taller alfarero en Portillo, donde además se acercarán a la historia de Pío del Río Hortega. En otra jornada se hará parada en Segovia siguiendo las huellas de los tres escritores y el contexto de personajes coetáneos, como la casa y jardín del arquitecto Vaquero Palacios (1900-1998). Acompañados por miembros de la Real Academia de San Quirce harán un paseo ilustrado en torno a Antonio Machado, María Zambrano, Mariano Quintanilla o José Rodao. Visitas a bodegas y un mercadillo de productos locales completan la inmersión en el ambiente castellano.

De Ancha es Castilla asegura su creadora que con los años se ha confirmado como «un formato cultural de éxito» en el que se implican vecinos y visitantes atraídos por conferenciantes «cuya presencia es un lujo porque transmiten muy bien; son cuatro días maravillosos en los que hablamos mucho, hay intercambio y la mayoría de los que vienen repiten».

El coste de las excursiones, comidas y cenas es de 495 euros y si se incluye alojamiento hay que sumar al menos otros doscientos. «No falta quien acude a todo y se vuelve a dormir a su casa, como hacen asistentes de Valladolid o pueblos del entorno», apunta la gestora cultural, bilbaína afincada en Barcelona y sobrina del poeta Jaime Gil de Biedma que no olvida sus veranos de infancia en una casa familiar en la localidad segoviana de Nava de la Asunción. «Era nuestro paraíso, nos juntábamos un montón de primos en el típico veraneo en el pueblo, hasta que con la muerte de mi abuela se vendió la casa y mis padres encontraron una casita cerca de la zona, en Fuente Olmedo, así que todos los hermanos empezaron a adquirir una segunda vivienda en el entorno, reproduciendo un poco esos veraneos de la infancia en la siguiente generación, siempre muy vinculados a Castilla, aunque el resto del año vivamos lejos de ella».

Aquellos recuerdos estivales son ahora el germen de Ancha es Castilla, hecha realidad durante siete ediciones por Factoría Cultural Martínez sumando la experiencia de formatos de movilización social a través de la cultura desde la capital catalana. A Inés García-Albi el empujón definitivo para aplicarlo en el medio rural se lo dio su padre: «Me dijo: 'Esto que haces en Barcelona lo tienes que hacer en Fuente Olmedo'». Por séptimo año seguirá el consejo paterno.