Personajes de un cercano más allá

«En mis cosas siempre hay un punto entre realidad e irrealidad, se dan muchos desvíos imaginativos en los cuentos que nos llevan a otro dimensión. Aquí mis personajes andan por un cercano más allá, con cierto extravío. Han llegado más lejos de lo debido y vienen del más allá. Es la mirada del fantasma, del muerto escondido, de los amigos diabólicos, son gentes que están en mi mundo», cuenta el escritor leonés.

Los cuatro relatos –'Los viajes fantasmales', 'Los círculos de la clausura', 'Los muertos escondidos' y 'Las amistades del diablo'– transcurren en las 'ciudades de sombra' de Luis Mateo. Especial relevancia adquiere el espacio en el segundo cuento que propone un paralelismo entre una prisión y un convento de clausura y entre «dos formas de vivir el encierro, una como pérdida de libertad por el delito y otra, como elección espiritual, por devoción». Sobrevuelan las golondrinas ambos lugares de reclusión y silencio.

Como buen académico, para Luis Mateo no hay nombre, apellido ni título baladí, todo tiene su sentido y su por qué. «Es importante el título. Son historias contadas desde la experiencia del soñador, quizá son gentes conocidas o no, que aparecen de esa extraña forma. La intención de estos relatos es explorar lo fantástico, forman un ciclo que escribí hace tiempo». Luego el editor de Nórdica, Diego Moreno, y su amiga la ilustradora mexicana Mo Gutiérrez, le pidieron algo y aquel material tomó esta forma.

El aliciente del secreto

En el bar El Cordial, en la ciudad de Ofema, Malvina atiende la barra en la que los hombres comentan la desaparición de Lamberto. Se fue con su secreto, todos creen que lejos, pero en realidad está en el piso de arriba intentando colmar la fantasía de la tabernera.

«Los secretos son parte consustancial del misterio. Todos tenemos secretos, es un aliciente de la vida ser dueño de secretos, mantenerlos en el interior como cosas hondas y profundas. Es una materia muy literaria, me gusta trabajar con esas zonas de lo desconocido. Sé guardar secretos yrespeto los de mis personajes, siempre rezuman algo misterioso y eso me atrae».

De Broza a Ofema, del convento a la prisión, del deseo de maternidad al de amistad, se van entrelazando los cuatro cuentos que forman una unidad desde su concepción. Estuvieron tiempo en el cajón y ahora se han dado las circunstancias para que salgan a la luz iluminados. Mo Gutiérrez Serna introduce sus ilustraciones como «elementos de transición entre ellos», dice Luis Mateo. Óleo y dibujo, color y sombras, formas y siluetas negativas sugieren y abren el foco del lector.

El propio autor se sorprende «de este primer libro mío ilustrado. Hace tiempo con mi hermano Antón, que es pintor, hicimos 'El sol de la nieve', sobre el mundo de Celama pero era de corte infantil. Este es el mi primer libro iluminado para adultos y responde a mi compromiso con dos amigos, el editor y la ilustradora».

Prolijo en su escritura, el teclado de Luis Mateo Díez no descansa. Tras el verano publicará con Alfaguara su nueva novela, 'Juventud de cristal', en la que por primera vez en su catálogo la voz principal es femenina.

«Tengo muchas mujeres en mis novelas, pero no tan protagonistas como esta, que lo cuenta en primera persona. Es una historia de jóvenes, con una imaginación desatada para sobrevolar las precariedades de la vida. Ella tiene un profundo sentido de la amistad, más que del amor. Está contada en tono divertido, humorístico, sin demasiado interés sociológico ni psicológico ni testimonial de una época», explica este doble Premio Nacional.