Óscar Guerrero novela un México corrupto y nocturno en 'Mezcal'

De la miseria material y moral, del tráfico de influencias y estupefacientes, de los inmaculados condominios y de los bajos fondos, habla esta historia contrapuesta a la postal del todo incluido en la Riviera Maya. Un México manantial de ríos de tinta y de metrajes, violento, sórdido, desparramado. Mezcal es bebida, agave y una mujer que provoca similares efectos al de aquellas en quien la mira. Con un cuerpo esculpido para ser deseado, Mezcal vive de exhibirlo como stripper. Comienza a trabajar en el club El Ángel Caído, regentado por Alfredo Guzmán y con una exclusiva clientela. Allí convergen políticos y líderes sindicales con pareja ambición.

La brillante y cauta bailarina sufrirá un ataque brutal a partir del cual se desata la venganza en la que Óscar Guerrero nos presenta a otros supervivientes de esa selva social. Hay hueco para redentores, para lectores de Juan Rulfo, para periodistas (como el padre del autor, el vallisoletano José Guerrero) y gentes de fe, para guardaespaldas que olvidaron la suya. 'Mezcal' (Pez de plata) lleva al lector por azoteas desde las que observar un mundo que se rige por «el bolsillo y la bragueta».