Así será la nueva aventura de Astérix: un viaje al frío este de Europa con la estética de las películas del oeste

Pero, ¿quiénes forman ese pueblo al que visitarán Astérix y Obélix?¿Y por qué viajan a las recónditas y gélidas tierras que se extienden más allá de la actual Kiev? Al oeste de Europa triunfa Roma y su civilización (salvo en ese pequeño reducto galo). Y al este del continente, se extiende un territorio desconocido, salvaje, inexplorado, entre los ríos Ural y Danubio, ocupado por varios pueblos. Entre ellos, los sármatas.

«Son un pueblo nómada mencionado por primera vez en el siglo V antes de nuestra era por Herodoto. Se trataba de gentes guerreras, excelentes jinetes que dominaban al comienzo de nuestra era todas las estepas situadas al noreste del mar Negro», explica Bernard-Pierre Molin en el libro 'Los pueblos antiguos explicados'. «Ciertos polacos y rusos reivindican para sí una herencia sármata», añade. «Quería sugerir un territorio imaginario, una especie de 'país de las amazonas'. De ahí la elección de esta zona situada entre Rusia, Mongolia y Kazajistán. Pero la idea no era hacer na labor de historiador», apunta Jean-Yves Ferri, guionista del álbum.

Así, «como si se trata de una Sildavia imaginaria, fue divertido inventar un territorio, con su folclore y sus creencias. Esto rompe un poco con la tradición de Astérix de visitar países reales y permite un ambiente de cuento que se adapta bien a la supuesta presencia de un animal fantático». Ese animal es el grifo, «un animal tótem del chamán que simboliza un poco la ignorancia de los romanos y su fantasiosa manera de imaginar la fauna, en un mundo para ellos todavía ampliamente inexplorado».

El grifo es una criatura mitológica que posee cuerpo de león y cabeza de águila. Y según avanzan las tropas romanas hacia el este del continente, hacia los territorios del frío, hacia los confines de Barbáricum, se preguntan: ¿Ysi esa figura es un poderoso dios de la naturaleza?«Su mentalidad de conquistadores comenzará entonces a debilitarse». Sobre todo, porque Astérix y Obélix acuden a ayudar a los sármatas para evitar que caigan bajo la dominación romana.

La idea de sus autores, explican, es llevar la esencia del 'wertern' a las aventuras de Astérix. «Grandes espacios, personajes llegados de lejos para ayudar a los inocentes, 'salvajes' que sufren a un ejército que pretende conquistarlos...». Y aquí, Astérix y Obélix se colocan «del lado de los 'salvajes' para socorrerlos del enemigo romano y proteger a su animal sagrado, el grifo».

Didier Conrad, el dibujante que ha heredado los pinceles de la historia, cuenta que ambientar este territorio ha supuesto «un verdadero desafío. Quería honrar esos filmes que devoro desde mi más tierna infancia, esa imagen icónica del 'cowboy' persiguiendo a los indios en el decorado del Gran Cañón», en estampas de «inmensos espacios vírgenes». Entre los nuevos enemigos romanos, están el centurión Ensujugus (el líder de las tropas enviadas por César para caputar al grifo), el luchador Sabiondus y el geógrafo Terrignotus.

La aldea sármata en el álbum de Astérix está compuesta por chozas de madera cubiertas con pieles que los protegen del frío. El arpa del bardo desafinador se ha sustituido por un tambor, usado por el chamán para entrar en trance y consultar a los espíritus antes de tomar decisiones importantes para la aldea. El chamán (una suerte de Panorámix en la estructura del poblado) es un intermediario entre los seres humanos y los espíritus de la naturaleza. Pero además es curandero, sabio...

Este nuevo álbum, explican desde Anaya, la editorial que lanzará el libro el próximo 21 de octubre, «se publica un año y medio después de la desaparición de Albert Uderzo.