Naïr: «La ultraderecha va a durar, hay que combatir sus ideas con rigor»

«Una crisis es una algo muy complicado, no se puede explicar en dos minutos, que es lo que requiere una televisión cuando invita a un experto», aclaró el filósofo de origen argelino que venía de Asturias. Y dispuso de su tiempo para señalar con su puntero analítico la crisis primero financiera, luego económica y después humanitaria que ha padecido Europa sin que la UE, su máximo órgano de gobierno, haya acertado a responder. La humanitaria es la que ha puesto en evidencia la debilidad moral de la Unión.

«Los valores europeos han sido pisoteados desde la crisis de 2015», afirmó, «fueron sistemáticamente violados cuando se retuvieron en campos a casi 2,5 millones de sirios y afganos, sin saber si eran refugiados o emigrantes ilegales. El único país que fue generoso en la acogida fue Alemania, con casi un millón de emigrantes. Así que hablemos de política pragmática más que de valores». Y puesto a ser práctico, quien ha trabajado en Bruselas anima a hacer un ejercicio de realismo. «Europa está en crisis desde al implantación del euro que obligó a un plan de ajuste estructural. En origen fue la suma del franco francés y el marco alemán, a los países del sur se les subió a un capitalismo especulativo, sin el respaldo de un capitalismo industrial. La UE redujo sus políticas sociales, animó la privatización de servicios públicos y hoy en Francia se está en huelga por eso. Al euro le siguió el endeudamiento y a partir de 2008 la burbuja especulativa explotó en una crisis polifacética: los bancos perdieron liquidez y los países más endeudados –España e Irlanda– lo fueron a escala individual, era una deuda privada. España ha llevado a cabo un plan de ajuste en 2012 y vive un renacimiento débil, con cinco millones de parados», recordó Sami Naïr, quien subrayó la precariedad del empleo.

Movimiento de fondo

La desestructuración social ha ido acompañada de la «degradación de los grandes partidos» y en ese caldo de cultivo han aflorado los partidos de extrema derecha. «Es un movimiento de fondo. En Francia en 1983 Le Pen logró el 7% de los votos, ahora Marine, más del 20% y veo que puede ganar. La gente está harta y no le votan porque sean neofascistas sino porque es un partido antisistema con el que mostrar su enfado. Dan una explicación fácil a la crisis: la culpa es de los políticos, de los inmigrantes, de las mujeres. Esos partidos van a durar y la respuesta pasa por otra política económica europea, por no pactar con ellos, por afrontarlos con rigor y ganar la batalla de la opinión pública. Afrontar el peligro de la destrucción de la democracia debiera ser más importante que ganar el poder».

Y del presente sombrío, a la luz de las ideas de una filósofa que perviven cuatro décadas después de su muerte. Sami Naïr acaba de publicar 'Acompañando a Simone de Beauvoir. Mujeres, hombres, igualdad' (Galaxia Gutenberg). «El libro nace de la celebración de los 70 años de 'El segundo sexo', sobre el que he hablado por todo el mundo al ser uno de los pocos supervivientes que la conoció», casi se excusaba quien formó parte del consejo de redacción de la revista 'Tiempos modernos' con quien argumentó la relación de dominación masculina sobre cualquier comunidad humana por mor de su fuerza física. Naïr recordó a la trabajadora incansable que puso los cimientos del feminismo.