A las mujeres anónimas de la posguerra

Ficción histórica

Su viaje por el siglo XX, desde la guerra hasta hoy, en Valladolid, lo hace de manos de varias mujeres de una familia que heredan el mismo nombre. «Me llama mucho la atención la tradición oral, y todo lo que cuento de la guerra y la posguerra son anécdotas que conozco por mis abuelos y mis padres. Investigué ciertos personajes y les otorgué otra personalidad. Por ejemplo el Doctor Santana existió de verdad, también hablo de Onésimo Redondo o de Pedro Gómez Bosque», cuenta Óscar.

El eje de esa acción «está en 1965, cuando ocurre el avistamiento de un OVNI en Valladolid. Un amigo mío fue alumno del famoso padre Felices, muy aficionado a la ufología». El novelista considera que su obra es «un retrato de la evolución de la ciudad y un homenaje a la mujer anónima del franquismo, unas se rebelan y les va bien, otras permanecen sometidas. Remedios Antón es una de las pocas mujeres que estudian en esos años, en una Facultad de Medicina nueva». Pero esa doctora se ve obligada a dejar Valladolid y el escritor propone un lapso sin explicitar que los lectores ya reclaman sea llenado. «Hay un cierto lapsus, que quizá desarrolle en otro momento. Pero quería dar un salto para contar la vida de Remedios Beltrán, su hija, y el encuentro con Martín San José, dueño del Hárrison Ford».

León Martín ya está con su siguiente libro, un cambio de tercio en cuanto a protagonista, localización y asunto. «Es un funcionario de prisiones jubilado de la Modelo de Barcelona que tiene y quiere contar muchas historias. Logrará intercambiar información con un periodista pero este acaba sospechando que el viejo es más cosas además de ex funcionario».