Monforte novela la vida de la mujer fatal María Tarnowska en 'La condesa maldita'

«La prensa de la época catalogaba a María Tarnowska como la nueva Eva, la nueva Salomé… se les acababan los epítetos para tratar de describirla», expuso Monforte. El libro arranca con el asesinato del prometido de la protagonista, a manos de su mejor amigo y amante de la condesa, «el mejor traductor de Baudelaire». A este arranque folletinesco, en palabras de su autora, le sigue la previsible investigación policial, que «para entender el crimen tiene que entender la historia»; lo cual propicia un largo flashback que hunde sus manos en los penares y raíces de Tarnowska.

«Fue su primer marido, a los dieciséis años, quien la introdujo en el mundo de las orgías y las drogas». La autora de 'Un burka por amor' traza esa búsqueda y conquista del poder por parte de una mujer que enamoraba a prácticamente cada hombre por su paso: «Es una mujer símbolo de otras mujeres, pero no es la primera ni la única», terció Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y presentador del encuentro.

La obra se ambienta en plena Belle Époque, un momento histórico que camufla, tras el brillo resplandeciente y el aparente jolgorio de su superficie, una realidad más oscura: «Creíamos que gracias a los avances de la ciencia y la tecnología podríamos dominar la naturaleza y el mundo, pero la realidad nos devolvió a golpes la cruda verdad».

Esa brusca decepción generacional se traslada a la propia experiencia vital de Tarnowska, que en su búsqueda de poder se topa con el crimen y el peso de la ley frente a ella y sus amantes: «Sin embargo, lejos de aparentar ser una mujer fracasada, supo seguir yendo toda digna: vivía mucho la escena y supo, como su época, mantener la superficie hermosísima a pesar de la derrota que se escondía detrás».

El consumo de alcohol o la salud mental fueron presentados en el juicio como atenuantes, en un eco a realidades del presente que Monforte identifica en el relato de la vida de Tarnowska, como lo es el orgullo por su feminidad y el «empoderamiento» que para la época ostentó en vida la condesa: «Fue toda una 'influencer' que revolucionó la forma de vestir, la justicia y la sociedad… y que además disfrutó de ello».

La novela también recrea un encuentro entre Tarnowska y Sigmund Freud, donde se habla sin ataduras morales del sexo y las pasiones carnales con ella vestida de hombre para participar en aquellas 'tertulias libres': «Estaba sedienta de esa libertad, es un símbolo que representa las luces y sombras de su época».