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Los versos de Héctor Castrillejo y las animaciones de Sandra Rilova han volado por libre, se han escapado de la película 'Comuneros' y han aterrizado en el álbum 'Una brizna de sangre' (editorial Páramo). Llamados a ilustrar la película desde la metáfora, contrapunto de ... los hechos documentales que conforman la cinta de Pablo García Sanz, adquirieron entidad propia para contar la historia de otra forma.
Castrillejo, poeta y letrista de el grupo El Naán, escribió los doce poemas que le solicitaron afrontando dos dificultades: «Que ya había un poema de los comuneros, un romance muy conocido, y que eran hechos históricos», recuerda. Así pues se centró en sus obsesiones, «la relación entre la luz, el paisaje y el carácter castellano» a partir de la imagen de los comuneros en Santiago y en su viaje a la llanura castellana.
«Los poemas acompañan a los personajes. Creo que a través de la metáfora se pueden abrir los candados del alma y la apliqué a conceptos universales relacionados con los hechos: la victoria, la derrota, la utopía, la tristeza... Intenté que los poemas tuvieran sentido per sé, si se conocen los hechos, el contexto, se amplía ese sentido», dice el palentino.
«Cuentan que en la campa/ si te tumbas/ aún se siente un retumbar de caballos», así comienza el poemario. Castrillejo engarza recuerdos, sensaciones, lugares –Santiago, Medina– hasta llegar al último poema que da título al libro y que es una canción de la película. Ha encontrado la buena relación que pueden mantener historia y poesía, «igual que la poesía con la música, algo tan abstracto. Se abren puertas de comprensión, la poesía está hermanada con la música, en el ritmo y la vibración. La metáfora gira puertas del conocimiento que no se abren con un texto racional. Ahí está la utilidad de la poesía».
Está de gira con El Naán y en formato trío con La desaparición de las luciérnagas, con el que presenta su libro 'Dioses, ruinas, semillas y canciones'. «Son poemas que presentamos con instrumentos ancestrales».
Sandra Rilova, a su vez, recibió el encargo de recrear con animaciones la guerra de Medina del Campo, la toma de Torrelobatón, la batalla de Villalar y la ejecución de los cabecillas. La ilustradora burgalesa tiene un característico estilo que lucen en estos momentos novedades de varias editoriales en las librerías. Sus dibujos sirvieron como animación que acompañaba la historia narrada.
'Una brizna de sangre' tiene prólogo de Lorenzo Silva, quien también dedicó una novela al asunto. El escritor madrileño rememora los hechos, el descontento de unos comuneros que rehuyen la servidumbre y el desarrollo legislativo desde la Edad Media para poner límites al poder real además de la figura de Carlos V.
'Una brizna de sangre' se presentará en la Biblioteca de Castilla y León, en Valladolid, el próximo mes, con el chelista Diego Quintana.
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