![María José Navia: «Es injusto hablar hoy de un boom de escritoras lationamericanas, hubo muchas antes»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202302/06/media/cortadas/navia2-kuOB-U190554777714DDI-1248x770@El%20Norte.jpg)
![María José Navia: «Es injusto hablar hoy de un boom de escritoras lationamericanas, hubo muchas antes»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202302/06/media/cortadas/navia2-kuOB-U190554777714DDI-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Siempre ha estado atenta a las convocatorias del Premio Internacional Ribera del Duero. María José Navia es cuentista y ese es el galardón ambicionado por los escritores de aliento corto en español. Está de celebración tras quedar entre los cinco finalistas de la última edición. ... Eso le ha permitido redondear 'Todo lo que aprendimos de las películas' (Páginas de Espuma), la colección de cuentos que ayer presentó en la librería El rincón de Morla, en Valladolid.
Este libro de Navia (Santiago de Chile, 1982) comenzó con 'Mal de ojo', un cuento largo del que fueron saliendo los hilos de los otros nueve. Una sala de espera en la consulta de un oftalmólogo, allí se encuentran periódicamente los protagonistas. Apenas hay nombres, ni coordenadas espacio temporales. «Más que personajes, son voces. Pienso en construirlas a través del lenguaje, las pinto con palabras. No me gustan tanto las marcas como meterme en el cuerpo y la cabeza de esas voces», dice quien solo data tres episodios, en Washington, Nueva York y Lanzarote. «Pueden pasar en cualquier lugar».
Desde las citas iniciales a las referencias en cada cuento, el cine estadounidense transe sus historias. «Quizá porque es el más accesible, aunque también pesan en mí las películas de Wong Kar-wai, Isabel Coixet o Sarah Polley. Espero que se noten en mi creación de atmósferas».
Sus personajes están suspendidos en esos ambientes. 'Mal de ojo' comienza con prosa de frases cortas, de medidas pistas, que desconcierta «porque quería desorientar al lector, que se sienta como a quien le falla ese sentido en el que confiamos tanto. La sensación de los problemas de visión es brutal». De ese relato del «sentirse invisible, del contraste luz/oscuridad tan enlazado con el cine –es compartir la oscuridad con extraños–, de esa mujer que no está a gusto con su familia y se arrima a otra en un vínculo transitorio, efímero pero que importa» van surgiendo los temas del resto de cuentos.
«Ese vínculo se repite en el cuento de 'Bond', en el que la protagonista mantiene la relación con el ex de su madre, como si fuera un padre. Hablan de vínculos del casi, casi madres, casi padres, casi amigos, vínculos que no calzan en la categoría de siempre».
Como una mujer que no puede tener hijos y acompaña a su amiga en su embarazo de alto riesgo, «la cuida y luego cuida al bebé, no da a luz pero ejerce de madre. Los vínculos de los cuidados, los embarazos que se pierden, escribo esas historias que no se cuentan por pudor, que permanecen ocultas».
A María José Navia le gusta dejar imágenes, detalles, guiños que saltan de un cuento a otro, recordando que son todos primos, que forman parte de una unidad. Así los lápices de colores o personajes como Constance Bergman aparecen en varios relatos. Este personaje es en un relato una escritora que su hija presenta a un fan como un ser malvado, solo para sentir el placer de sancionar la historia, de dar ella una visión canónica aunque sea falsa. En otro relato, esa misma mujer gesta a la citada hija y la figura «va mostrando su complejidad. Nunca se acaba de conocer a la madre, esa persona tan cercana y de la que solemos saber más bien poco».
Navia es «escritora de continuo, normalmente escribo varios libros a la vez. Está con una novela sobre 'El mago de Oz' y por eso hay un cuento en el que también aparece esta película. Disfruto como lectora esa relación entre los libros de un autor y lo hago yo, me cuesta desprenderme del todo de los personajes». 'Calima' es el cuento que cierra el libro. Transcurre en Lanzarote, donde va una mujer a cumplir dos promesas, dejar las cenizas de su amante y aprender a bucear. Pero el fenómeno atmosférico frustra su plan. «Es un final en sepia, como ocurre en 'El mago de Oz'».
Las mujeres protagonizan buena parte de sus historias, casi sin planearlo, «mi prosa es fundamentalmente intuitiva». Lo que sí planeó en 2019 fue un curioso propósito para 2020, «recomendar cada día una escritora en Twitter. Necesitaba 366 porque era año bisiesto. Tenía 282, hay muchas pero esas eran las que a mi me gustaban mucho». Logró completar el año. «Fue una decisión celebratoria de la escritura femenina. Me parece injusto que se hable ahora de un boom de la literatura latinoamericana de mujeres porque son muchísimas y llevan escribiendo mucho tiempo, es como si negara su persistencia en el tiempo».
Esta profesora de la Universidad Católica de Chile está inmersa en el mundo de Frank Baum, autor de los libros de 'El mago de Oz', haciendo una segunda 'tesis' para su novela. Colecciona cualquier referencia a la historia que protagonizó Judy Garland, así que fue a ver la vallisoletana casa de Dorothy que cuelga en la escultura del 'Homenaje al cine' de Dennis Oppenheim. Navia sigue el camino de ladrillos amarillos.
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