Luis Salvago, licenciado en Geografía e Historia y oficial en la reserva del Ejército del Aire.
Ganador del Premio Ateneo de Novela Ciudad de Valladolid

Luis Salvago: «No eres más humano que otro que piensa de otra manera»

'El telegrafista', escrita por el suboficial del Ejército del Aire y licenciado en Historia, gana el 71 Premio Ateneo

Jesús Bombín

Valladolid

Jueves, 14 de marzo 2024, 20:03

Curtido en misiones militares en Kosovo y Afganistán, escribe «con seriedad» desde hace quince años. Luis Salvago (Valencia, 1964), licenciado en Geografía e Historia y oficial en la reserva del Ejército del Aire, concurría por segunda vez al Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid ... y lo ha ganado con 'El telegrafista' en su 71 edición. Dotado con 20.000 euros y la publicación de la obra en la editorial Menoscuarto, convenció por unanimidad al jurado con una historia de humanidad y amistad con la guerra civil como trasfondo.

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Esta ficción basada en hechos reales surgió por casualidad de las profundidades de Facebook. «Mi hermano gemelo me pasó una fotografía aparecida en la red social en la que alguien buscaba un escritor para cederle unos telegramas originales de un familiar telegrafista destinado en la estación de Belchite sitiada durante la guerra civil». Quien lanzó la llamativa propuesta fue Javier Giménez, médico zaragozano afincado en Barcelona, sobrino del protagonista de la historia de Belchite, quien le facilitó los telegramas, algunos codificados, y entre varios candidatos a escribirla se decantó por Salvago. «En esos telegramas -señala- se cuenta todo lo que sucede antes de la batalla hasta que los sitiados ven venir la avanzada republicana por todos los frentes».

Celso Almuiña: «Podemos morir de éxito»

Celso Almuiña, presidente del Ateneo de Valladolid, se congratuló de la creciente participación que registra cada año este certamen, si bien alertó de que «podemos morir de éxito». Señaló que cada edición, ante la recepción cada vez más numerosa de ejemplares, resulta más costoso y laborioso el proceso de selección, en el que intervienen en una primera fase hasta medio centenar de lectores. «De ahí se seleccionan quince o veinte escritos para una segunda lectura y después llegan cuatro o cinco al jurado, todo eso supone un coste suplementario que hace que cada año la parte económica se debilite». El Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid lo organiza el Ateneo vallisoletano y cuenta con el apoyo económico del Ayuntamiento de Valladolid.

En la novela el autor entra y sale del bando nacional al republicano, «intentando expresar lo que sentía cada uno» a través de personajes de una historia que, insiste, «no es de guerra. Ante todo he querido contar cómo se traslada el problema de las relaciones humanas, de la amistad y el amor hasta un lugar donde hay una batalla, cómo se exacerban las emociones, cómo se sacan de sus casillas, se extralimitan. Un mundo de metáforas y comparaciones en el que todo se vuelve banal cuando la muerte está al lado. He tratado de mostrar un sentido conciliador en una trama donde ambos bandos permanecían sitiados por muchas razones metafóricas».

El escritor ejerció de intérprete en un hospital de la misión internacional en Afganistán

Con otra novela donde aborda la guerra civil, 'En el nombre de Padre', ganó en 2019 el Premio de Novela Vargas Llosa. «Cuando escribo sobre ello intento ser muy respetuoso, hay que estar en el pellejo de cada uno para conocer su escala de valores. Decía mi padre que hay que ponerse en el lugar y la piel de otro para darse cuenta de cómo se puede estar apresado por los ideales, de la familia, del ambiente en el que se vive, sin opción de entrar en la visión del mundo del que piensa de otra manera. La ideología también es una especie de fanatismo».

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«Pensar un poco más allá»

De la guerra supo en persona el escritor aragonés en el hospital de campaña de la misión multinacional ISAF en Herat (Afganistán),donde ejerció como intérprete. «Un tiro en el culo, trozos de personas, huesos astillados, un hombre sin cara... me pregunté cómo contar aquello para que sonara verídico y no una fanfarria y pensé que hablaría de un cuadro, de lo simbólico a través de imágenes que no olvido como los zuecos de los enfermeros en el suelo encharcado de sangre, como si fuera un óleo». Lo contó en 'Bârân', novela finalista del Premio Nadal 2018 el autor valenciano afincado en Zaragoza, con mucha historia familiar tras la guerra civil española. Su padre combatió en el bando nacional y su abuelo en el republicano. «De joven nunca había querido conocer, me parecía un tema escabroso. Me preguntaba cómo podía ser. Le pregunté a mi padre muchas veces y no sabía explicarlo. 'Te tocaba donde te tocaba y punto', decía».

Sin perder de vista su condición de militar, alerta de la necesidad de acercarse «con mucho cuidado» a las realidades de un conflicto. «Tienes que pelear, has jurado bandera, pero hay que pensar un poco más allá, no eres más ser humano que otro que piensa de otra manera. Se pueden juzgar nuestros actos, pero no la forma de pensar».

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201 novelas aspirantes

Entre los 201 aspirantes al galardón más veterano del país tras el Nadal, el jurado integrado por Angélica Tanarro como representante del Ateneo, los escritores Care Santos, Gustavo Martín Garzo y Manuel Vilas, y el editor José Ángel Zapatero se decantaron por 'El telegrafista', «una historia de amistad en un escenario bélico, con frecuentes alusiones a la serie de grabados 'Los desastres de la guerra', de Goya; un relato en dos tiempos, perfectamente ensamblados, sobre cómo lo vivido en la infancia permanece a lo largo de la vida. Una historia que respira humanidad, que narra la guerra desde el punto de vista de quien la padece más allá de banderas y circunstancias de tiempo y lugar».

El alcalde, Jesús Julio Carnero, abrió el sobre con la obra ganadora y comunicó telefónicamente con el ganador, al que felicitó e invitó a recoger el galardón el 8 de junio en la Feria del Libro.

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