Aunque la faja que acompaña 'La caja de palabras' (ed. Alianza) busca vender a Lucía Sesma, su autora, como «la lingüista de 'Pasapalabra'», en este libro no se encontrarán muchas preguntas. Sí, en cambio, muchas respuestas, y una serie de reflexiones históricas, lingüísticas, literarias y ... comunicativas en torno al poder de las palabras, en una obra divulgativa y muy accesible para el gran público que la autora presenta este viernes en la librería El Rincón de Morla
Publicidad
«Mi guía fundamental era plasmar los casos donde es llamativo el uso del lenguaje la palabra en acción», anticipa la escritora. A lo largo de sus poco más de doscientas páginas, Sesma pasa revista al« poder del lenguaje en ciertas circunstancias y cómo el contexto da la vida a las palabras que simplemente en el diccionario estan muertas». Así, la obra abunda en casos sobre cómo pueden cambiar los significados según las casuísticas, y cómo «una pregunta como '¿Puedes cerrar la boca, por favor?' puede devenir en una orden muy grosera».
En su primer bloque, Sesma desgrana distintos momentos del pasado donde palabras concretas tuvieron una influencia directa en la historia universal reciente, desde la caída del Muro de Berlín hasta la interpretada negativa «Mokusatsu» de Japón ante la potencial rendición de la potencia asiática en la II Guerra Mundial, que posteriormente devino en la bomba atómica de Hiroshima.
«Existen estas historias, pero también otro tipo de narraciones donde he querido desentrañar la mitificación con la que se construye la historia universal», describe Sesma. Desde el archicitado «Venceréis, pero no convenceréis» de Unamuno en la Universidad de Salamanca hasta el no menos recitado «Houston, tenemos un problema» del Apollo XIII o la florida narración literaria del periodista Jesús Hermida ante la llegada del ser humano a la Luna:«La narración de los hechos pasados son su propio contenido, pero también la manera en la que se transmiten, las palabras que se seleccionan y cómo se trasladan son aspectos comunicativos que tienen también su propio significado».
Publicidad
Noticias relacionadas
Victoria M. Niño
Laura Negro
Este apunte entronca con el siguiente bloque de 'La caja de palabras', dedicado a las traducciones, que bien podría resumirse ante la tolerancia del cambio del lenguaje en según qué contextos. Uno de los ejemplos más ilustrativos del libro son los préstamos humorísticos en los tebeos de Astérix o en los sketches de Monty Python, que dialogan con fenómenos recientes como los doblajes y sus contadas 'morcillas' (traducciones muy libres más centradas en conformar un chiste para el público español que en ser fieles al original) propias de las sitcom de principios de los noventa:«En el cine y en todo medio audiovisual que traduce un lenguaje hay que tener en cuenta que hay una cultura destinataria, y la traducción tiene que dirigirse a transmitir todo lo que se quiere hacer llegar a esa cultura receptora», desgrana la escritora.
«El traspaso de información no comprende solo ser fiel con las palabras, importa más comunicar y que se nos entienda a ser leales a una frase que no se va a comprender en el país de destino». En este sentido cita ejemplos notables del séptimo arte como 'Regreso al futuro', que cambió el nombre de Calvin Klein por el de Levi Strauss. Con todo, Sesma concede que en la historia «ha habido traducciones en el doblaje con menor fortuna, por culpa de la censura, como en ciertas películas de Hitchcock o en 'Mogambo', que para maquillar un adulterio provocaron un incesto».
Publicidad
En su apartado dedicado a la literatura, Sesma defiende que lo fundamental es «la finalidad con la que se escribe; si se pretende transmitir emoción, información...». La lingüísta defiende que el lenguaje «no es bueno ni malo, normal ni no normal, sino que se adecua al contexto». Por ello, de la misma manera que un discurso de la ONU es más formal y una conversación entre amigos más coloquial, la escritora anima a quitar hierro a ciertos errores ortográficos o gramaticales en según qué circunstancias:«Es importante relajarnos en este aspecto y comprender que está perfecto que seamos leístas o laístas en nuestro entorno familiar», sentencia; «siempre que en público sigamos tratando de cuidar el preciado punto en común que tenemos en nuestro lenguaje».
En este sentido, Sesma no es ajena a los rechazos que causan a veces en la esfera ciertos acentos, sobre todo los del sur: «Este fenómeno de la 'glotofobia' se explica porque la norma se creó en la Península, y esa minoría siempre ha venido considerada como un centro de poder y autoridad». Con todo, insiste que entre los acentos tampoco cabe hablar de correcto o incorrecto: «Los lingüístas debemos ser fotógrafos, no jueces», asegura.
Publicidad
En su último bloque, vertebrado en torno a la comunicación e incluso al periodismo, planea Sesma sobre el eterno debate sobre si es el lenguaje quien condiciona el pensamiento, o si es a la inversa: «Tiene un filo delicado y hay argumentos en teorías con los que me cuesta estar de acuerdo, como las que sostienen que los esquimales tienen tantas palabras para blancos que determina su filosofía», reflexiona.
«En el hilo que conecta las palabras con el pensamiento es importante llamar las cosas de una manera, y no de otras», concede, aunque se muestra crítica con ciertos movimientos sociales como el feminista que, considera, dedican demasiado tiempo a centrar su lucha en torno al lenguaje, en lugar de ocuparse de otras cuestiones, a su juicio, más materiales: «Las mujeres han sido un sector de la población históricamente más castigado y vapuleado por el lenguaje con términos despectivos, y es preciso atender a esa sensibilidad», remarca, «pero tratar de cambiar ciertos aspectos del lenguaje debe ir acompañado de medidas políticas y sociales: el machismo no va a terminar porque hablemos acabando los géneros en -e».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.