El legado literario de Paul Auster: las mejores frases de sus mejores libros

«¿Sería posible, se preguntaba, plantarse ante el mundo y con la más absoluta convicción vomitar mentiras y tonterías? ¿Decirles que los molinos de viento eran caballeros, que la bacinilla de un barbero era un yelmo, que las marionetas eran personas de verdad? ¿Sería posible persuadir a otros para que asintieran a lo que él decía aunque no le creyeran? En otras palabras, ¿hasta qué punto toleraría la gente las blasfemias si les proporcionaban diversión? La respuesta es que todavía leemos el libro. Sigue pareciéndonos sumamente divertido. Y eso es en última instancia lo que cualquiera le pide a un libro, que le divierta».

«Existimos para nosotros mismos, quizás, y a veces incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan; nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo.«

«En medio de cada palabra, cuántos silencios, cuántas expresiones se escapan y desaparecen para no volver nunca más».

«Cada vez que crees saber la respuesta a una pregunta, descubres que la pregunta no tiene sentido».

«¿Qué importa quién eras la semana pasada si sabes quién eres hoy?«.

«El final es solo imaginario, un destino que te inventas para seguir andando».

«Para mí, los libros no eran tanto el soporte de las palabras como las palabras mismas»

«-Una voz transmitida eléctricamente no es una voz real –le dije-. Todos nos hemos acostumbrado a estos simulacros de nosotros mismos, pero cuando te paras a pensarlo, el teléfono es un instrumento de distorsión y fantasía. Es una comunicación entre fantasmas, las secreciones verbales de mentes sin cuerpo. Yo quiero ver a la personas con la que estoy hablando. Si no puedo verla, prefiero no hablar con ella»

«Una conversación es como tener un peloteo con alguien.- Un buen compañero te tira la pelota directamente al guante, de modo que es casi imposible que se le escape, cuando es él quien recibe, coge todo lo que le lanzas, incluso los tiros más erráticos e incompetentes»

«El mundo nos entra por los ojos, pero no adquiere sentido hasta que desciende a nuestra boca»

«Si no estás preparado para todo, no estás preparado para nada».

«Nadie puede decir de dónde proviene un libro, y menos que nadie la persona que lo escribe. Los libros vienen de la ignorancia, y si continúan viviendo después de escritos es solo en la medida en que no pueden entenderse».

«Una vez que te vuelves contra ti mismo, es difícil no creer que todo el mundo está también contra ti».

«Ya es difícil seguir la pista a uno mismo. Cuando se trata de otras personas, no tenemos la más mínima idea».

«Uno solo puede contener el aliento durante un tiempo limitado. Tarde o temprano, llega un momento en que tiene que respirar de nuevo, aunque el aire esté contaminado, aunque sepa que acabará matándose».

«Cuando le pregunté al maestro por qué estudiaba ese libro una y otra vez, me dijo que era porque nunca llegabas al fondo. Cuanto más ahondas en él, me dijo, más encuentras y más tiempo te lleva leerlo.

-Un libro mágico –dije-, nunca se agota.

-Eso es, jovenzuelo, es inagotable. Te bebes el vino, dejas el vaso sobre la mesa y, mira por dónde, coges el vaso otra vez y descubres que sigue estando lleno.

-Con lo cual acabas borracho como una cuba por el precio de una sola copa.

-Yo mismo no lo podría haber expresado mejor –dijo él volviéndose repentinamente y mirando por la ventana-. Te emborrachas del mundo, muchacho, te emborrachas del misterio del mundo.

«No me digas que dos y dos son cuatro. ¿Cómo sabemos que dos son dos? Esa es la verdadera cuestión».

«Bueno, dije yo, ¿qué te parece? Lo que me parece, respondía lentamente, es que si abro los ojos ahora, a lo mejor no estás ahí.

Sí, repuse, entiendo lo que quieres decir. Por otro lado, si no los abres, nunca sabrás si estoy aquí o no, ¿verdad?»

«Cuando las únicas bazas con que cuenta una persona son el cerebro con que piensa y la boca con que habla, ha de reflexionar cuidadosamente antes de abrir la boca y ponerse a decir algo»

«Escribir es como una enfermedad. Algo así como una infección o gripe del espíritu que puede atacar a cualquiera en el momento más insospechado»

«Cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir».

«Sin duda eres una persona precaria y dolida, un hombre que lleva una herida en su interior desde el principio mismo (¿por qué, si no, te has pasado toda tu vida adulta vertiendo palabras como sangre en una hoja de papel?)».

«Los pasaportes no incluyen fotografías de manos y pies. Incluso tú mismo, que ya llevas 64 años viviendo en el interior de tu cuerpo, posiblemente sería incapaz de reconocerte el pie fotografiado aisladamente, por no hablar de la oreja, del codo, o uno de tus ojos en primer plano. Todo ello muy familiar en el contexto familiar, pero enteramente anónimo considerado elemento a elemento. Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es solo porque vivimos dentro de la mirada de los demás».

«No echas en falta los viejos tiempos. Siempre que te pones nostálgico y empiezas a añorar la pérdida de cosas que parecían hacer la vida mejor de lo que ahora es, te dijese que debes detenerte un momento a pensarlo bien, a examinar el Entonces con el mismo rigor que aplicas al Ahora, y no tardas en llegar a la conclusión de que el Ahora y el Entonces son, en esencia, la misma cosa».

« Creías que no habías dejado rastro. Todos los cuentos y poemas que escribiste en tu niñez y adolescencia han desaparecido, no existen más que unas cuantas fotografías tuyas de entre la primera infancia y los treinta y tantos años, casi todo lo que hiciste, dijiste y pensaste cuando eras joven ya se ha olvidado, y aunque recuerdas muchas cosas, hay más, mil veces más cosas que no recuerdas».

«Es fascinante lo profundamente indiferentes que somos ante las fotos familiares de los demás»

«La palabra es aproximada: no puede aprehender el mundo, pero sigue siendo el único instrumento de que disponemos».

«Si uno quiere escribir una novela fenomenológica acerca de lo que se siente estando sentado en esta habitación y hablando con usted, le llevaría mil página para narrar sólo el primer segundo».

«No recordamos la mayoría de las cosas que nos suceden. Gran parte de nuestra vida simplemente desaparece».

«Decir la verdad y que no te crean es casi la peor injusticia que existe».

«A todo texto que se lea, cada uno lleva su propio pasado, su propio carácter, su propia historia».

«Tinta y papel conforman un mundo tridimensional en nuestra imaginación. Pero, en el fondo, son solo papel».

«El mundo se componía de dos reinos, el visible y el invisible, y las cosas que no podían verse eran con frecuencia más reales que las que se veían».

«La verdadera definición de felicidad: no saber que eras feliz, no preocuparte de nada aparte de vivir el presente».

«¿Cuándo llega el gran acontecimiento que desgarra el corazón de las cosas y cambia la vida a todo el mundo, el inolvidable momento en que algo acaba y empieza otra cosa diferente?»

«La única manera que hay de llegar a ser escritor es escribiendo, escribir tanto y lo más seguido que se pueda»

«Permanece tranquilo, atento a lo que ocurre a tu alrededor, y por desagradable, horrible y violenta que pueda ser la situación en la que te encuentres, no dejes de realizar tu trabajo».

«Vivir es sentir dolor, dijo para sí, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir».

«Si uno muere antes que el otro, el vivo puede mantener al muerto en una especie de limbo temporal entre la vida y la no vida, pero cuando el vivo muere a su vez todo acaba y la conciencia del muerto se extingue para siempre».

«Por qué algunos momentos efímeros e indiscriminados persisten en la memoria mientras otros, presuntamente más importantes, desaparecen para siempre»

«¿Tiene un acontecimiento que ser real para que se acepte como verdad, o la creencia en su verdad ya lo hace real aunque no sucediera lo que presuntamente ocurrió?»