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De cómo cada bibliófilo se ha aficionado a la lectura, gracias a quién, aquel familiar o maestro de referencia, la biblioteca que había en el salón de su casa o en el centro de su barrio, los consejos que fue recibiendo de diferentes lecturas a ... lo largo de los años… todos tenemos, con sus diferentes matices, nuestra historia. La 52ª Feria del Libro arrancará este viernes con pregón a cargo de la escritora Nativel Preciado en el que compartirá sus vivencias más personales a las 20.00 horas en el Teatro Zorrilla, en un acto que servirá de pistoletazo de salida a este nuevo encuentro de librerías, autores y público en las casetas de la Plaza Mayor de Valladolid desde este viernes y hasta el 9 de junio.
Preciado adelanta que en su pregón tendrá un especial peso la obsesión materna porque «la afición a la lectura nos da independencia y nos hace felices». Para quien comprende que la cultura, como cualquier acto de 'cultivar', se siembra y se espera a que crezca poco a poco, «todos los que aman a la lectura la tienen mitificada, mientras que aquellos que no han podido dedicarle ese tiempo la echan de menos». De cómo la convencieron sus padres, y de cómo ella aficionó a sus hijos, vertebrará la escritora su charla a la que, se espera, asistirán personalidades institucionales como el alcalde Óscar Puente, la concejala Ana Redondo, el rector de la Universidad de Valladolid Antonio Largo o la representante del Institut Français Magali Guerrero.
Y aunque es en la familia donde se sientan las bases de todo fomento de la lectura, Preciado se atreve a citar un proverbio africano: «A partir de una cierta edad, depende de toda la tribu», afirma, en relación al colegio, el entorno, los amigos, e incluso las redes sociales. También las cada vez más digitalizadas bibliotecas, si bien Preciado opta por dejar atrás aquel viejo debate entre lo escrito y lo digital: «En muchas partes de la geografía española hay bibliotecas muy interesantes, y aunque ahora están con ordenadores y tabletas, mientras fomenten la lectura no debe importar el soporte, aunque sea la letra impresa en una pantalla de ordenador».
Pero la letra impresa, teme la autora, puede estar herida de muerte… y no hay más que ver los cierres de numerosas librerías a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional en estos cinco meses: la librería-editorial Semuret de Zamora, la Sopa de Letras en Ponferrada, la Nicolás de Moya en Madrid, la Portadores de Sueños en Zaragoza… «Es una tristeza, como lo es que cierren periódicos», valoró. «La letra impresa parece que está en vías de extinción, y habría que revitalizarla de algún modo: para mí es de una utilidad absoluta, pues leer es de las mejores maneras de defenderte de la vida y de aclarar la situación que nos rodea».
Confiesa Nativel Preciado que a lo largo de toda su vida ha rendido un «culto absoluto» al libro, gracias al hecho de poder nutrirse a través de la biblioteca de sus padres; «no muy grande pero sagrada». Esa relación vital se ha visto revisada a raíz de los últimos tiempos, a partir del momento en que la escritora se encuentra con que «hay objetos con forma del libro que no entran en mi concepto de la literatura, de las enseñanzas que se pueden sacar de ellos».
Hoy, afirma, existen productos que son meros «instrumentos de publicidad, de propaganda en torno a personajes concretos que nada tienen que ver con la literatura». Y aunque no les niega, ni mucho menos, el derecho a ejercer así sus estrategias de marketing, Preciado deja claro que han marcado un antes y un después en su relación con el libro: «Yo jamás tiraba ni me deshacía de ninguno, pero últimamente me he deshecho de varias estanterías que no me servían para nada, con libros que ocupaban un espacio y acumulaban un polvo del que no eran dignos».
«Es mejor leer lo bueno que leer cualquier cosa», subraya quien deplora que esta comunidad sea una con los índices de lectura más bajos de toda España, de acuerdo a la Federación de Gremios de Editores de España: «Me duele leer ese dato cuando quienes me enseñaron a leer son de León y de Zamora», apunta, «es una pena que no se entienda que la lectura es un recurso vital para defenderse en la vida de las agresiones, de las depresiones o del aburrimiento: es una llave para muchas cosas y hay que aprenderlo».
Preciado también valoró muy positivamente el carácter asumidamente femenino de la 52ª Feria del Libro de Valladolid: «Doy fe de que allá donde voy, sean actos culturales, clubes de lectura o manifestaciones de otro tipo hay una mayoría de mujeres y una minoría de hombres», expresó. «Quizá las mujeres han entendido mejor la utilidad de la cultura, mientras que los hombres se encuentran más atareados con una visión algo unidimensional de la vida».
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