Jesús Nieto Jurado presenta sus tempranas memorias en 'El altillo'

Samuel Regueira

Valladolid

Sábado, 30 de noviembre 2019, 20:50

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El periodista y escritor Jesús Nieto Jurado presentó este sábado 30 de noviembre sus memorias en el Colmao de San Andrés. Bajo el título 'El altillo', el autor ostenta una doble audacia: la de publicar un dietario de este tipo apenas cumplidos los 34 años, y la de reivindicar una figura casi arquetípica del siglo XIX: la del bohemio dispuesto a comerse la capital y alcanzar el éxito con todas las particularidades que marcaron la entrada de este país al nuevo milenio.

«En el libro cuento mis reflexiones y mi día a día en un altillo de Fuencarral», explicó el autor en declaraciones previas. «Es ver desde el barro cómo uno intenta abrirse camino, no solo a a través de la literatura, también de la vida». Admite un componente catártico en este ejercicio de «nostalgia dolorosa», pero más por publicarlo que por el mero hecho de escribirlo. «Ha sido algo terapéutico, lo más importante era que la gente tomara conciencia de que este lado lírico y duro de la vida sigue existiendo aquí y ahora, que todavía hoy se encuentran personas que viven en cuatro metros cuadrados y son libérrimos al escribir quemando el folio».

«Usar la libertad nos convierte en malditos, y eso es lo que tiene el libro: pura libertad», sostiene quien además señala que «editoriales muy potentes» rechazaron publicar esta clase de literatura «porque piensan que solo pueden venir firmadas por mujeres»; algo que, desde su punto de vista, «dice mucho de la precensura que se mueve hoy en el ámbito editorial». Con partes confesamente reescritas, Nieto Jurado no considera pese a ello haberse traicionado, y admite que sus entradas de diario no se diferencian en exceso, estilísticamente, de cualquier texto periodístico que él pueda firmar para un medio escrito: «Todos mis artículos parten del diario y viceversa: al contar lo que me pasa cuento un contexto sobre España o sobre el mundo: nunca me ha valido la intimidad del señor que se esconde en una cabaña a escribir; hay que salir a la calle para saber qué es lo que está pasando».