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Rubén Abella, escritor
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Rubén Abella, escritor
«Me interesa la narración para mantener la memoria y el engaño»La memoria es el hilo conductor de una trilogía tácita que cierra Rubén Abella con la novela que presenta este jueves en la librería Oletvm, 'Dice la sangre' (Menoscuarto) está emparentada con 'Baruc en el río' (2011) y con 'California' (2015) por la memoria usada ... en la primera «para cambiar la vida» de sus protagonistas, en la segunda «como punto de partida para el ajuste de cuentas» y en esta tercera entrega para «encontrar la verdad». De esta última hablará Abella (Valladolid, 1967) con Paz Altés a las 19:00 h.
'Dice la sangre' comenzó a gestarse hace seis años. «No puedo escribir dos cosas a la vez, tengo que concentrar mi energía en una. Así que a veces un proyecto no avanza, lo dejo y me pongo con otro. El primer borrador de esta novela es de entonces. Luego escribí otra y reedité un libro de microrrelatos. 'Dice la sangre' es un proyecto de cocción lenta», explica el escritor que ha armado la novela en torno a pequeños relatos escritos por un ramillete de personajes.
«Trabajo con una premisa; escribir a partir de una idea sencilla y que lo complicado sea el cómo exponerla, cómo disponer las diferentes capas. Elegí fragmentos encabezados por el nombre de cada personaje. Forman un mosaico para un receptor que les ha encargado que escriban sobre lo que ocurrió en el seno familiar durante el verano de 1985». Cada uno aborda los hechos de una manera distinta. «La verdad es uno de los temas de la novela, la verdad inalcanzable porque los testimonios a veces se contradicen. La fragmentación es también la de la memoria».
La propuesta de esa escritura que alguien hace al resto es recibida con muy distinto talante. «No todos quieren escribir, no todos quieren recordar. Hay alguien que al comenzar su narración se pregunta: para qué sirve esto. Hay dos respuestas; la de los que tienen más que perder y la de los que temen que revolver el pasado no traiga nada bueno. De ahí la cita inicial de T. S. Elliot '¿me atrevo a perturbar el universo?'. yeso es lo que hace el receptor de las historias, revolverlo. Me interesa el uso de la narración como para mantener la memoria y el engaño».
La historia transcurre en un verano coincidente con la juventud del autor. 'Pasaje a la India' y 'Memorias de África', en el cine: sonaba Tino Casal, Radio Futura y Hombres G.; las pandillas se dividían entre los pijos de la capital y los macarras del pueblo. En Madrid, el Penta y el rockcabilly eran lo más. «Elegir lo conocido tiene que ver con la cocina de escribir. Levantar un edificio narrativo requiere mucho esfuerzo. La gente no se cree cuando digo que escribir cansa físicamente, implica tensión mental, no es una queja, faltaría más. Pero uno busca facilitarse la tarea así que intento liberar la energía para imaginar lo que no he vivido. Todas mis novelas transcurren en sitios y tiempos que conozco para poder hablar de primera mano del tacto, el olor, la vista, y concentrarme en las emociones que puedo trasladar». Tabira (Astorga) es el lugar de los veranos de Abella, donde la madre protagonista quiere volver a morir.
«La novela está llena de simbolismos, uno de ellos es el nombre de la madre, Pilar, cimiento de su familia. En muchas ocasiones cuando muere la madre desaparece la familia. Su enfermedad es el disparador de la novela pero quería centrarme en la vida. Quise desarrollar lo que ocurría a partir de su deseo de ir a morir a su pueblo. La idea la tomé prestada de Faulkner, de 'Mientras agonizo'.Dentro de su tragedia, hay momentos de risa, de relajación, de confesión. Es la vida alrededor de alguien moribundo».
«Le parecía inaceptable morirse sin dejar constancia de sus miserias», narra Abella. YPilar se confiesa a la enfermera. «Siempre me fascinó la idea de hablar a un desconocido lo que no dices a tus más íntimos. Una vez Cartier-Bresson, el fotógrafo francés con fama de esquivo, venía a un acto de Salamanca y le fue a recoger un becario que no conocía de nada. Al volver el chico empezó a decir que era muy simpático y todos le miraron extrañado. Resulta que el fotógrafo contó su vida a ese joven que ni conocía ni probablemente volvería a ver.Quizá eso lleva a la gente al psicólogo o al psiquiatra. Porque si te confiesas a un amigo a familiar, te juzgarán, en cambio a un desconocido le importas poco. Hablar con un desconocido es como hablar al aire».
Frente a Pilar, su esposo Gonzalo, un hombre ausente que no parece capaz de sentir. «Ese personaje parte de otro, un actor dramático que quería vivir de la interpretación pero no sentía nada y escribí sobre cómo ejercer un oficio de transmisión de emociones sin sentirlas. Gonzalo me interesaba por la dificultad técnica de incluir a alguien que no siente como los demás. Es el personaje más oscuro».
Ariel y Tesa son sus hijos. «Tesa es el personaje por el que siento más empatía y simpatía. Lleva la condena de la inteligencia, es la más inteligente y la más infeliz. Usa su sexualidad como manera de rebelarse contra sus padres, contra sus expectativas. Es un personaje sufriente que sale bien parada finalmente, encuentra la dirección y sosiego para asumir lo ocurrido».
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