Las integrantes del club de lectura de la librería La Otra, en Valladolid. JOSÉ C. CASTILLO

Infiltrados en un club de lectura de Valladolid

Este grupo de lectoras se reúne todos los meses en la librería La Otra para compartir su pasión por las historias. Nos colamos en uno de sus encuentros

Víctor Vela

Valladolid

Domingo, 10 de abril 2022

El libro de Asun de la Villa, administrativa en la Universidad, está salpicado de subrayados y anotaciones en lápiz. Del ejemplar de Alicia de Miguelsanz, estudiante de Filolofía Hispánica, brota un racimo de 'postit' fosforitos. El de la periodista Sara Gestal tiene la portada abombada ... y los bordes un poco mordidos por el uso. Cristina Álvarez, trabajadora en una ONG educativa, se lo dejó olvidado en un tren. María Sánchez, técnica de igualdad, no tiene el libro en papel, sino en un puñado de kas encerrados en su móvil. Todos son el mismo libro ( 'Conjunto vacío', de la mexicana Verónica Gerber Bicecci), pero sus lecturas son distintas y complementarias, interesadas o distraídas, apasionadas o llenas de extrañeza. Y van a ponerlas en común en esta sesión vespertina de su club de lectura.

Publicidad

Desde octubre, una vez al mes, se reúnen en LaOtra (librería vallisoletana en la calle Juan Mambrilla)para compartir su pasión lectora, conocer historias inesperadas, descubrir nuevas autoras. Este es uno de los ocho grupos literarios impulsados desde esta librería café. Hay tres encuentros sobre narrativa, uno sobre ensayo feminista y otro bautizado como 'ensayo tutti frutti' (con trabajos sobre filosofía, ecología, feminismo). Está el de sexualidad y amores, el de 'un amar ardiente' (con historias de mujeres que aman a otras mujeres), el de novela negra y un grupo matinal. En total, más de 120 lectoras participantes (la mayoría mujeres, apenas solo tres hombres). Como coordinadoras, Clara Manzano, Mónica Tranque, María Huerga, Sonia Martínez y Arantxa Mateo, fundadora de La Otra.

«El único requisito para participar es traerse el libro leído y tener ganas de compartir y de aprender», explica Arantxa, convencida de que una reflexión comunitaria contribuye a ampliar «la riqueza, los significados y la experiencia de la lectura». «Al principio, hay quien viene con inseguridades (nunca he leído este tipo de libros, no me sé explicar en público, no sé si tengo suficiente formación), pero se desvanecen pronto, porque en el grupo se genera un espacio seguro, de confianza, de muchos vínculos, que anima a participar». En la mayor parte de los casos, las integrantes del club no se conocían de nada con anterioridad. Ni amigas, ni vecinas, ni tu cara me suena de vista. Ahora, hay un hilo literario que las cose, un espacio compartido «en el que suceden cosas» y que «invita al pensamiento crítico colectivo».

«Es muy interesante escuchar otras versiones de la misma historia por personas que tienen inquietudes parecidas a las tuyas», asegura Noelia Mato, administrativa. Ella es una de las veteranas del grupo, presente desde la primera sesión del curso. También ha sido la primera en llegar y toma asiento en torno a un par de mesas de madera que atraviesan el local. «El espacio además me encanta:la disposición de los libros, el olor de los bizcochos... son pequeños detalles que lo hacen más acogedor», dice. Hay un colchón de jazz que envuelve la sala. De fondo, el runrún (furioso a veces) de la cafetera. Al otro lado de los cristales, gentes que pasean. Yaquí dentro, un grupo de mujeres, casi en círculo, que se reúnen al calor de la literatura.

Publicidad

«Yo siempre había querido dar el paso de participar en un club de lectura, pero no encontraba el espacio idóneo. Y este me interesó porque propone libros de editoriales independientes, que no están en primer plano», cuenta Alicia, mientras al lado de su libro reposa un vaso de zumo de naranja con hierbabuena. Es lo mismo que Asun ha elegido para pegarle sorbitos a esta tarde de tertulia literaria. Ella ya había formado parte de un club de lectura en la Universidad. «Pero se vino abajo por la pandemia». Aquí ha encontrado un nuevo grupo de compañeras con el que debatir sobre literatura.

Varias de las participantes en el club. JOSÉ C. CASTILLO

Arantxa propone las lecturas, «siempre en función de las inquietudes e intereses de las participantes». Cada sesión, una de ellas se encarga de presentar a la autora. Esta vez le ha tocado a Carmen Gómez, médica residente de pediatría (como Alejandra, también integrante del grupo). Carmen trae unas notas en su móvil. «Ojalá sepa transmitiros todo lo que he conocido de ella, aunque es mucho mejor escucharla, porque oírla hablar es una maravilla». Verónica Gerber Bicecci es una artista visual que en 'Conjunto vacío' explora los límites del lenguaje, en una novela fragmentaria, con tintes documentales y explicaciones gráficas de parte de la trama. Entre todas, para empezar, reconstruyen la historia. «Es un lenguaje sencillo, pero con conceptos profundos», dice Berta, técnica de medio ambiente. Hay quien lanza dudas sobre significados y motivaciones de la escritora y quien propone teorías. «Es un libro que habla del desarraigo, del vacío que dejan los que ya no están». Se habla de la vinculación con los desaparecidos en la dictadura argentina.

Publicidad

«¿Hay algún pasaje que os haya gustado especialmente», pregunta Arantxa. Yun revuelo de hojas se levanta en la librería. «A mí me gustó esta», dice Clara. «¿En qué página?Venga, que te seguimos». Ycomienza la búsqueda de subrayados y anotaciones. En la 49. En la 62. La 57. «La frase de la página 84 es brutal», coinciden. Y leen en voz alta:«La dictadura, desde la perspectiva de los conjuntos, no tiene ningún sentido porque su propósito es, en buena medida, la dispersión: separar, desunir, diseminar, desaparecer». La velada se expande con interpretaciones de lo leído («es extraña esa idea de conjunto vacío, donde los agujeros tienen más peso que lo presente»), apuntes y adhesiones («no lo había visto así, pero tienes razón»)y la lectura de varios párrafos más antes de darle el último sorbo al batido y llegar al punto final.

El debate tal vez, seguro, continuará en el grupo de 'whatsapp' que han creado, donde se citan para un nuevo encuentro el próximo mes. Ya tienen libro elegido:'Las malas', de Camila Sosa Villada (en Tusquets).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad