El muro, el 22 deagosto de 1965, a la altura de la calle Bernauer, donde se excavó el túnel 29. KONRAD GIEHR

La increíble historia del túnel bajo el Muro de Berlín que cambió 29 vidas

La periodista de la BBC Helen Merriman publica 'El túnel 29', la crónica de una fuga desde el Berlín Oriental que llega a las librerías después de su éxito como podcast

Víctor Vela

Valladolid

Miércoles, 4 de mayo 2022, 00:17

Aquel día de octubre de 2018 en el que la periodista Helena Merriman conoció a Joaquim Rudolph en Berlín, supo que había dado con una voz potente, poderosa, inmejorable, para contar uno de los episodios clave en la historia del siglo XX.

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Joaquim –que rondaba entonces los 80– había dedicado medio año de su juventud a excavar un túnel pensado con un único objetivo: rescatar a 29 desconocidos. Y lo mejor, explica Helena, es que al rememorarlo no desgranaba sus recuerdos con palabras huecas.

«Durante mi carrera como periodista, me he acostumbrado a que la mayoría de mis entrevistados generalicen y resuman su experiencia apelando a las emociones», dice la reportera. En el caso de Joaquim no era así. Su relato estaba lleno de detalles. «Recordaba olores, sonidos, medidas, colores». Y eso era clave, lo que Merriman buscaba para su proyecto periodístico: un podcast para la BBC que reconstruyera aquellas semanas de 1962 en las que Joaquim y un grupo de compañeros excavó un túnel bajo el muro de Berlín por el que huirían 29 personas que querían escapar de la Alemania comunista.

Aquel podcast se convirtió en exitazo (más de seis millones de oyentes), adoptó después forma de libro y llega ahora a las librerías españolas de la mano de Salamandra, que publica 'El túnel 29', la crónica de una fuga «extraordinaria» bajo el muro de Berlín.

El testimonio de Joaquim es el primer hilo de una madeja de testimonios que incluye a los compañeros excavadores (entre ellos, los italianos Luigi Spina y Mimmo Sesta), a Reuven Frank, el periodista de la televisión estadounidense NBC (que financió las obras del túnel y las grabó para un documental considerado clave en el periodismo televisivo), a varias de las personas que huirían por este pasaje subterráneo que a punto estuvo de inundarse. Y además, decenas de recortes de prensa, documentos oficiales y expedientes de la Stasi, la mastodóntica fábrica de espionaje que controlaba casi al milímetro cada movimiento de los habitantes de la Alemania Oriental.

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Entre los archivos de la Stasi estaban los 2.735 registros que hablaban de Siegfried Uhse, un peluquero homosexual que fue atrapado el 28 de septiembre de 1961 cuando intentaba cruzar al frontera con cigarrillos de contrabando y que, para evitar la cárcel, fue reclutado por la Stasi. Se convirtió en uno de sus mejores espías. Y también en la persona que casi desbarata los planes de huida del túnel 29.

«La mayoría de las murallas de la historia –cuenta la autora en el libro– tenían la función de mantener al enemigo en el exterior. Pero esta era la única que fue erigida para mantener a la población dentro». En la actualidad, setenta países tienen algún tipo de muro o barrera. Por eso, cuenta Merriman, esta historia ocurrida en el verano de 1962 sigue tan vigente.

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El muro de Berlín se construyó (al principio era solo una alambrada) la noche del 12 de agosto de 1961. «A las seis de la mañana del domingo 13 de agosto, las tropas habían cerrado 193 calles, 68 pasos fronterizos y 12 estaciones de tren», relata esta crónica.

Ese fin de semana veraniego, Joaquim estaba con unos amigos dándose un baño en las playas del norte de Alemania. Cuando regresó a Berlín, se encontró con una ciudad dividida. De la noche a la mañana, hubo familias, parejas y amigos separados, condenados a vivir en mundos opuestos y enfrentados.

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17 de agosto de 1962. Soldados de la RDA recogen el cadáver de Peter Fechter, abatido a tiros cuando intentaba saltar el muro. el norte

Joaquim (que fue arrancado de su padre en la II Guerra Mundial) decidió hacer algo para combatir la injusticia. Una noche nublada, sin apenas luz, en septiembre de 1961, consiguió vadear un río y llegar al Berlín Occidental. Allí, con 22 años, se introdujo en una red de la resistencia que planeaba taladrar el suelo de Berlín, excavar un pasadizo de casi 135 metros de longitud (apenas un metro cuadrado de diámetro) y subir a la superficie ya en la zona comunista.

El relato periodístico adopta hechuras de 'thriller' para narrar una hazaña con derivadas políticas. Por las páginas de este libro de no ficción desfilan las tensiones de la guerra fría, los temores de Kennedy (presidente entonces de los EEUU) a intervenir, las medidas adoptadas por los líderes de la Alemania comunista o los sucesivos intentos de sortear el muro para escapar.

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Está el caso de Frieda Schulze, de 77 años, quien el 24 de septiembre de 1961 consiguió saltar la ventana de su piso en la Alemania oriental (su casa estaba justo al lado del muro) para llegar al otro Berlín. O el de Peter Fechter, quien el 17 de agosto de 1962 fue acribillado a tiros por los soldados de la RDA cuando intentaba atravesar la alambrada. O el de Hans Conrad Schumann, el soldado de 19 años que, el 15 de agosto de 1961, tan solo tres días después del inicio de la construcción, abandonó su puesto de vigilancia y escapó al Berlín occidental.

15 de agosto de 1961. El soldado de la RDAHans Conrad Schumann atraviesa la alambrada para llegar al Berlín occidental. el NORTE

Los cálculos dicen que entre 1961 y el 9 de noviembre de 1989 (fecha del derribo del muro), más de cien mil ciudadanos de la RDA intentaron huir, que tres mil fueron detenidos y que 140 (aunque se desconoce la cifra exacta) fueron abatidos a tiros cuando intentaban pasar sin permiso al lado occidental.

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Esta historia se fija en la hazaña de un grupo de jóvenes que excavó el túnel y de las 29 personas que escaparon por él. Ellen Schau, la novia de uno de los excavadores, tuvo la misión de pasar al lado oriental (podía hacerlo como titular de un pasaporte de Alemania Occidental) y avisar en tres bares, con claves secretas para no levantar sospechas entre guardas y espías, del momento concreto en el que los fugitivos debían acudir al túnel.

A la historia no le falta además su giro romántico, ya que la primera mujer que entró por el túnel se terminó casando con uno de los promotores de su construcción. Todo ello, quedó grabado en un documental de la NBC y la historia toma ahora forma de libro en este 'El túnel 29' de Helena Merriman.

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