El padre Serafín de la Hoz es el bibliotecario del Monasterio de La Vid Paco Santamaría-Efe

Hallan en la biblioteca del Monasterio burgalés de La Vid un incunable de 1495

Se trata de un ejemplar de 'Obras filosóficas de Séneca', traducido por Alfonso de Cartagena

el norte

Lunes, 23 de marzo 2020, 09:33

La casualidad y los conocimientos de un profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han permitido descubrir en la biblioteca del Monasterio burgalés de La Vid, que regentan los monjes agustinos en La Vid y Barrios, un incunable de finales del siglo ... XV.

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Se trata de un ejemplar de 'Obras filosóficas de Séneca' traducido por Alfonso de Cartagena, quien llegaría a ser obispo de Burgos, y cuya edición se ha datado en 1495, ha explicado a Efe el padre Serafín de la Hoz, bibliotecario del cenobio vitense. Su descubrimiento lo ha convertido en el incunable número 23 de cuantos se encuentran en el monasterio ribereño.

Es además el ejemplar número 32 de cuantos hay documentados de esta obra a nivel mundial aunque tiene como valor añadido que es el único que se conoce escrito en castellano, y no en latín como solía ocurrir en esa época.

Su existencia ha pasado inadvertida hasta ahora ya que, sin que se conozca en qué momento se produjo o por qué razón, se adhirió a otro libro de Séneca, 'Proverbios', configurando un único volumen. La pérdida de la página tercera, donde habitualmente aparecen los datos del título, autor, fecha de edición, etcétera, ha contribuido a mantener el secreto durante años.

Imagen del documento hallado en el monasterio burgalés Paco Santamaría-Efe

El hallazgo, ha indicado el padre De la Hoz, se produjo a finales del año 2019 cuando Manuel Ayuso, profesor del Departamento de Filología Clásica de la UNED acudió a este archivo para complementar la investigación y compilación que está realizando sobre los incunables latinos.

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«Él venía buscando los 'Proverbios' de Séneca. En nuestra biblioteca estaba, perfectamente catalogado con la signatura 98-B-6, 'Obras de Séneca' y yo se lo presento. Pero cuando el profesor, experto en obras latinas, incunables y libros valiosísimos de inicios del XVI empieza a observarlo, se sorprende y empieza a analizarlo más«, ha explicado el agustino.

Un simple vistazo puso en alerta al profesor de la UNED al constatar cómo en las primeras páginas tienen un estilo totalmente diferente que no corresponde con los datos que él maneja sobre ea obra que buscaba.

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«Ve adornos a mano, va observando las variantes, cada página es distinta, hoy diríamos que tiene una maquetación diferente, toda ella muy llamativa, con capitular... Sigue pasando cada vez más extrañado de ver que esto no coincide con los datos que él tiene de lo que ha de ser la obra de Séneca«, ha recordado el fraile.

Con solo pasar unas cuantas páginas más, ha indicado De la Hoz, el profesor Ayuso encontró una razón a su extrañeza ya que ahí sí que daba comienzo el 'Proverbios' que él buscaba, además, por el Prólogo y con un estilo que se ajustaba a lo esperado.

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«Se lo lleva a Madrid para estudiarlo con su equipo y descubre que 'Proverbios' se había editado en Sevilla en 1528, pero las primeras páginas corresponden a las 'Obras filosóficas', un incunable de 1495. No se había caído en la cuenta porque faltan dos páginas. Es un solo volumen pero dos obras«, ha relatado el padre De la Hoz.

El agustino ha reconocido que el hecho de que estén los dos libros, uno incunable, y el otro post-incunable, reunidos en un solo volumen lo convierten en un ejemplar único en el mundo. «Es un capricho», ha considerado.

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El padre Serafín de la Hoz es el bibliotecario del Monasterio de La Vid Paco Santamaría-Efe

Su estudio, además, ha permitido conocer que el volumen completo fue donado al Monasterio de La Vid en 1881 por la familia de Lucas Barrio, quien fuera titular de la parroquia de la cercana localidad de Peñaranda de Duero ya que así aparece en una nota manuscrita existente en la contraportada del libro.

Todo apunta a que, cuando con la Desamortización de 1835 se expulsó a los Premonstratenses del monasterio vitense, algunos de los libros que atesoraban, entre otros destinos, fueron recogidos por los curas de alrededor para utilizarlos como material de predicación y doctrina.

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Cuando en 1865 los Agustinos se hacen cargo del cenobio, el obispo de Osma, del que dependía entonces, emitió un edicto ordenando que se les devolvieran los libros que se habían llevado.

Probablemente esa sea la razón de que, 16 años más tarde, los familiares del párroco de Peñaranda de Duero, a su muerte, optaron por devolverlo a la biblioteca del monasterio, tal y como recoge la nota.

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