El escritor y productor Guillermo Delgado. Ramón Gómez

Guillermo Delgado: «Tiendo a dar voz en los relatos a quien no suele tenerla en la realidad»

Presenta en el Teatro Calderón su libro de cuentos 'quiero que leas esto', publicado por Fuente de la Fama

Victoria M. Niño

Valladolid

Miércoles, 25 de noviembre 2020, 07:46

Fue a proyectar un corto en la cárcel y acabó comprometiendo el libro que presenta mañana. Guillermo Delgado convirtió su relato 'Clases extraescolares' en el guion de 'Tono menor', película del también vallisoletano Iván Sáinz-Pardo. Julio Martínez, editor de Fuente de ... la Fama, le invitó a exhibirlo en la prisión de Villanubla, donde dirige un taller de lectura, y de aquel encuentro nació 'quiero que leas esto', un compendio de una sesentena de cuentos.

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«Eso fue el 24 de septiembre de 2019. Luego durante la pandemia me animó a escribir relatos inspirados en el momento y de los 100 que entregué, ha seleccionado 65 que tienen una unidad», dice Guillermo cuya vida profesional transcurría por otras veredas. De hecho el título le viene de su contacto con el vino. «Más que un imperativo seco, quiere ser una invitación con cariño, como cuando en una cata te animan a probar un vino, sin saber nada de su etiqueta».

Material a mano

Cada cuento lleva el título de su última palabra o frase, «una manera de cerrar el círculo». La mayoría de sus relatos no pasan del folio o folio y medio, salvo raras excepciones que tienen segunda parte. «Me gusta la brevedad, que cuando acabe el lector se imagine dónde quiere llevarlo. Esa longitud deja libertad para que cada cual lo concluya a su gusto. Es como si entre mi planteamiento y mi desenlace, el lector pudiera proponer su desarrollo».

Delgado se coloca en una esquina de la realidad y desde allí elige situaciones y personajes cotidianos. Ni siquiera le interesa disfrazar su ciudad, de la que aparece la calle Renedo, Campana, San José, los Pingüinos o el Campeonato Nacional de Galgos de otro municipio no lejano. Es la circunstancia que conoce, la que aprovecha para embelesarse con los flecos de la vida. «Me gusta escribir de lo que al gente siente, de ese matrimonio que se separa tras cuarenta años ('Básicamente ha sido eso'), de los investigadores que no abrían telediarios hasta la pandemia y su trabajo gris en el corto plazo, la niña de tres años y la visión que tiene de sus padres».

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Escribir sin red

Consultorios, colegios, gimnasios, calles, casas, iglesias o la cárcel, cualquier rincón del día a día es susceptible de acoger a los personajes de Guillermo. «Tiendo a dar voz a gente que no la tiene normalmente en la realidad, gente que no está ni en las redes sociales». Precisamente sobre ellas ironiza en el cuento '1.500 amigos en Facebook' y en algún otro. El autor abandonó la citada red.

«Colgaba mis relatos. Había uno que contaba un encuentro a través de Meetic y al final descubría que la pareja del narrador era un travesti. Una amiga me felicitó y a la vez se lamentó de mi mala suerte. A partir de ahí decidí dejarlo». Delgado prefiere separar ficción de realidad, aunque su narración confunda por realista y cercana. En otro cuento, pone en boca de un coach la sentencia asumida del outsider: «si ustedes no están en Facebook, Instagram o Linkedin, no son nadie para el mundo de hoy».

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Factor sorpresa

'No encuentro pandilla', en primera persona, cuenta los esfuerzos de su protagonista por sumarse a las actividades sociales de moda: el pádel y la cata posterior de cervezas artesanas, el repaso por los cantantes indies del momento, los nacimientos vivientes o las tesis sobre panes, 'smoothies' u opciones veganas. El personaje, tan fácil confundirle con la voz del escritor o que el lector la haga suya, termina por añorar los placeres sencillos: el baño en la piscina, la caña, el bocadillo...

Aveces Delgado lleva la pluma hacia el humor negro, como el campeonato mundial de niños muertos en extrañas circunstancias, aprovecha el lenguaje directo de la calle en un 'vis a vis' o tira del hilo de un modismo como 'en plan de'. Juega con el factor sorpresa, es tierno con materia sensible como la enfermedad o la soledad y justiciero con los cuñados gorrones. Sigue escribiendo corto aunque tiene dos guiones para dos largos a medio camino entre su cabeza y la pantalla.

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Mañana estará acompañado por el editor, Julio Martínez, y por el ilustrador, Ramón Abril. La cita es a las 19:00 en la sala Delibes del Teatro Calderón y el aforo está completo.

La gracia de José Sacristán

En su faceta de productor y guionista, Delgado tenía pendiente el rodaje de 'Espinas', cuya fecha prevista era del 18 al 22 de mayo, en la residencia Villa del Tratado, en Tordesillas. El coronavirus la castigó en la primera ola y hubo que posponer el plan. Aitana Sánchez-Gijón, Miguel Rellán y Julieta Serrano debían ponerse en manos del director Iván Sáinz-Pardo, que venía de Alemania, el pasado jueves. Rellán rodaba en Barcelona y un caso de covid recluyó al equipo el miércoles, otro problema. Quiso la suerte que Aitana sumara a José Sacristán en la tarde crítica y finalmente pudo rodarse este corto de 15 minutos en El Escorial, el pasado fin de semana.

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'Espinas' gira en torno a «cómo guardar secretos familiares hasta el final, por respeto a los demás, para evitar daños a terceros», explica Delgado. Como en el caso de 'Tono menor', el anterior corto de este tándem, hay una melodía que «funciona como un actor más». En este caso es 'Nana triste', de Natalia Lacunza y Guitarricadelafuente.

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