García Márquez, el cronista

«Los premios tratan de generar una comunidad de aprendizaje compartido de cuáles son los referentes más interesantes a seguir en periodismo», dice Jaime Abello, director del FNPI. «Tienen un extraordinario sentido en esta época, pues ayudan a visibilizar nombres. La confianza no sólo se construye alrededor de las marcas de las cabeceras, sino del prestigio que cada periodista construye respecto a su información. En esta época tiene más sentido que el periodista dé la cara, en un sentido amplio: firme, aparezca, asuma la responsabilidad».

El premio se concede dentro de un festival que reúne a 15.000 personas y que alberga charlas y encuentros. La cita tuvo una primera etapa en Monterrey, que duró una década, y en la que el propio García Márquez, que nunca abandonó el oficio, ejercía de anfitrión. Ahora el premio lleva su nombre, y es, en cierta manera, un tributo.