La gallina 'Proserpina' invita a jugar con las palabras

Sostiene Cintia que la gestación de 'Proserpina' ha sido la más larga del mundo de los mamíferos, más que los 42 meses del tiburón anguila, que los 22 del elefante africano o los 18 del rinoceronte blanco. Seis años ha estado picoteando Proserpina en la cabeza de esta arquitecta que más que dibujar construye álbumes.

«Preparando unos talleres de la Biblioteca de Zamora durante la pandemia, buscamos la manera de que no fuera tan frío al tener que hacerlo con la mascarilla. Así que dejamos material para que recogieran antes y propusimos el juego de completar palabras. Siempre me gustaron los juegos de escribir con limón y luego leerlo con una vela, pero era poco seguro para una biblioteca», recuerda la ilustradora que también combina la búsqueda con la idea de jeroglífico. Lenguaje y geometría son los dos elementos gráficos que maneja en 'Proserpina'. Las letras están hechas de piezas de colores así como los dibujos.

«Son formas muy sencillas, misteriosas, a las que se encuentra sentido jugando». Casi sin pretenderlo, dieron con un efecto 3D «por la propia mancha e intensidad del color, se ve en los patitos, las botas y las alas de la gallina, dan sensación de transparencia y profundidad. Hay veces que te topas con hallazgos fortuitos como estos. Al final se consigue dar la idea de movimiento, de que esas formas se desplazan, como en los juegos anteriores al cine». El cuento termina con una marioneta que vuela, colofón a la historia que tiene su glosario, el mapa de pistas para despistados. A la presentación de este viernes en la Casa Revilla le sucederá otra el día 28 en la librería Oletvm Junior.