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Fermín Herrero (Ausejo de laSierra, Soria, 1963) acaba de publicar 'Estancia de la plenitud' (Editorial Pre-Textos), un poemario donde se pone el alma al ... resguardo del ruido, de lo que aparentemente no importa pero resulta esencial, donde suena el silencio y la soledad se hace presente en parajes azotados por el cierzo. «Yo siempre he sentido ante la naturaleza la huella de la poesía, de la creación. Siempre he tratado de desentrañarla», aduce el autor de la obra que presentará este martes 7 de noviembre en la librería Oletvm de Valladolid.
La búsqueda de un tono propio guía los versos de quien, entre otras distinciones, conquistó el Premio de la Crítica de Castilla y León y Gil de Biedma con 'La gratitud'. «Los libros de poesía más bien vienen, llegan, y lo que intento es que los que publico no sean una colección de poemas, sino que tengan ese acento más bien celebratorio sobre la propia poesía como aliento de vida e incluso como una forma de arraigo en el mundo». En torno a ese sentir ha escrito este último poemario donde el silencio es tomado por algo mucho más profundo que la ausencia de ruido.
'En el silencio, lleno. Ningún ruido / me afecta ya, cualquier deseo / atajo fácilmente, nada me pasma. Es tal / mi repelencia frente al trajinar / que ni siquiera me perturba el miedo al desapego', escribe en uno de los poemas. «Para mí eso es lo máximo, que la poesía sea capaz de transmitir o de conservar entre las palabras el silencio, que es el fundamento de la poesía, lo que está antes, después y lo que tiene que estar también dentro del poema», explica el autor soriano afincado en Valladolid, donde se dedica a la enseñanza.
Pedregales, nieve, arroyos secos, hojas que tiemblan, presencias de otoño y primavera, naturaleza despojada de artificio y las sensaciones que provoca. Elogio de la lentitud. ¿Un lujo al alcance de pocos?. «Respecto al paso del tiempo y la lentitud, en nuesra sociedad vivimos ajenos a lo que antes era la vida campesina, el paso de las estaciones, el sosiego que ese ritmo comporta... todo eso se ha perdido y es obligación de la poesía rescatarlo de alguna manera», reseña el colaborador del suplemento literario 'La Sombra del Ciprés'..
Buena parte de los poemas los ha escrito al natural, «esperándolos» al pie del paisaje, un modo de situarse entre el papel y la realidad y del que después extrae versos. «Si no hay contemplación no puede haber reflexión, y si no hay reflexión tampoco puede haber meditación», zanja.
En el paradójico equilibrio de decir sin decir, de no contar pero dejar traslucir. En esos márgenes se mueve Fermín Herrero, convencido de que un poema «no puede recurrir al facilismo de lo hermético si ahí no queda nada de la emoción original». En esa proporción entre lo claro y lo profundo del pensamiento se dirime el alcance del poema y a ello se atienen la treintena de los reunidos en 'Estancia de la plenitud' con títulos como 'El crepúsculo aviva el gris', 'Mi palabra de invierno y por lo austero' o 'Qué lentas son las tardes, como cuando...'. El arquitecto y artista Fernando Fuentes acompañará a Fermín Herrero en el acto de presentación de 'Estancia de plenitud' este martes en Oletvm.
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