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Jugar con las palabras, con su sonido, con su capacidad para componerlas sin ataduras semánticas, con el ritmo y la rima, eso significa jitanjáfora y ... a partir de eso ha trabajado Eduardo Fraile. Hace tiempo escribió una para una niña, era un regalo de Navidad y luego le siguieron 39 canciones más. Todas ellas componen 'Jitanjáforas', que ha publicado en su editorial Tansonville, siendo el primer libro destinado a público infantil de su catálogo, aunque «creo, como Juan Ramón Jiménez, que los libros de mayores son también para niños porque pueden leerlo todo», apunta el poeta vallisoletano.
«Jitanjáfora es una palabra mágica que se inventó el poeta cubano modernista Mariano Brull. Era la época de las vanguardias y en literatura todos los juegos experimentales con el lenguaje alcanzaban su máxima expresión», explica Fraile.
«Son canciones para echar a suerte, para rifar en el corro. Si se lo das a leer a un niño enseguida encuentra el sentido, el ritmo con el que cantarlas». Cada poema está impreso en dos tintas, marcando su cadencia. Árboles que dan manzanas cuadradas, ranas en el karaoke, cuevas de piratas y renacuajos bilingües que lo mismo cantan en nipónico que en francés se suceden bajo nubes blandas y cigüeñas crotorantes. Y entre los textos circulan las ilustraciones con lápices de colores de Mercedes Parada.
«Fue su trabajo el que me animó a publicarlo, después de tenerlo tres años en el cajón. Su trazo delicado me conquistó y le da el aire de libro infantil», cuenta quien ha pasado el confinamiento como el resto de sus días, «dedico un 90% del tiempo a leer, he releído libros muy largos, y un 10% a escribir».
De hecho su último poemario fue 'Perlas ensangrentadas', que data de 2017, con él cerró su serie de siete 'Apuntes al natural', «mi ciclo proustiano sobre la memoria y el tiempo. El siguiente, que saldrá en 2021, mantiene la misma voz, el tono confidencial pero la arquitectura es distinta. El título del próximo será 'La invención de la rueda' y lo forman poemas más largos y estará dividido en dos partes».
Como editor de Tansonville también lleva un tiempo «en dique seco, no por falta de proyectos, que me llegan muy interesantes, sino por no poder asumir de momento el trabajo».
Eduardo Fraile está contento porque estas 'Jitanjáforas' lleguen a las librerías cuando empieza a retomarse la vida social, «ha salido con la nueva libertad, esperemos que se vaya animando el público también. Quiero ilusionarme con que esta época que nos ha obligado a mirar hacia dentro pueda traer algo positivo para la poesía».
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