Dolores Redondo: «Mi escritura es la criba de la realidad»

«Nos fascina lo que no entendemos, el asesino, la madre que mata a sus hijos. Mi escritura es la criba de la realidad», dice la exitosa novelista donostiarra que en este último libro se interesa por la histroia de John Biblia. «Es un asesino tan famoso como Jack el Destripador, pero en Glasgow. Mató a tres jóvenes de idéntica manera. Las conoció en una sala de fiestas, se prestó a acompañarlas, las golpeó violentamente, violó y estranguló entre 1968 y 1969. Se da la circunstancia de que todas ellas estaban menstruando». A pesar de un ingente dispositivo policial, John Biblia huyó y «su pista nos lleva a Bilbao en 1983».

Allí envía Redondo a un detective gravemente enfermo que dedica sus últimos días a buscarle. «Es un periodo interesante desde el punto de vista político y social, muy convulso en el País Vasco con la crisis naval y el terrorismo de ETA. En Bilbao hay un gran diluvio, cayeron 600 litros por metro cuadrado, lo que obligó a la reconstrucción de la ciudad que precedió al Bilbao que conocemos hoy». Allí transcurre esta novela «de segundas oportunidades, homenaje a quienes hacen lo que creen que tienen que hacer aunque sean considerados locos». La clarividencia del detective, su «corazonada» es el motor de esa investigación reactivada por su empeño. Redondo señala «el amor y la muerte» como lo «único importante en la vida». Tras esta inmersión en los primeros ochenta, Redondo ha vuelto a su contemporaneidad aunque nada más diga de lo que escribe ahora.