«La cultura ha entrado en dinámicas productivas de usar y tirar, en una especie de insaciabilidad»
La dramaturga burgalesa alerta en la Feria del Libro de que la exigencia de estrenos en el teatro dificulta que obras y creadores maduren
Con 'Primera sangre', un texto sobre las víctimas de infanticidio, conquistó el año pasado María Velasco (Burgos, 1984) el Premio Nacional de Literatura Dramática. Una ... distinción que no le ha cambiado la vida, más bien la mantiene en los mismos márgenes de una creación escénica que ahonda en la idea de «encuentro con el otro». En la Feria del Libro dio a conocer en diálogo con Carlos Rod, segoviano fundador del sello La Uña Rota, su última obra, 'Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos', estrenada en el Matadero de Madrid. «Es una obra sobre el amor, de la urgencia de abrazarlo en este contexto del siglo XXI, que habla también de la necesidad de utopías en esta sociedad tan desencantada y desesperanzada en la que vivimos, con una profunda apatía hacia lo comunitario».
Un encuentro en el que lamentó la «marginalización del teatro y diría también que de la poesía dentro de la literatura, algo consabido por los editores y también por los lectores; y es curioso, porque nadie, por ejemplo, cuestiona las grandes obras del repertorio teatral, pongamos un Shakespeare o un Calderón de la Barca. Es algo que parece que solo atañe a las obras y autores del presente».
«Si hay algo que requiere la creatividad frente a la producción es tiempo»
Es consciente la dramaturga burgalesa de que la literatura teatral tiene pendiente el mismo reconocimiento que la novela, circunstancia que achaca «a los escaparates» que tienen que ver con el mercado. Y cita como ejemplo las modas o tendencias que vinculan lo literario a especialidades temáticas como lo que ahora se denomina literatura de jardín, o también asociada a la gastronomía y el paisaje. «La comunicación influye mucho en estas olas que se dan dentro de la literatura eclipsando el gran trabajo de autores, editores y libreros por que se escuchen otras voces más minoritarias».
«Tendemos a la sobreproducción por una política cultural que exige estrenos constantemente»
'Inédita aún en los escenarios vallisoletanos, la autora de 'Escenas de caza'o 'La espuma de los días' se hace eco de ciertos malestares que aquejan a la escena en España. «Estamos tendiendo constantemente a la sobreproducción por una política cultural que exige estrenos constantemente y estrenos absolutos. Eso hace muy difícil que las obras maduren y que los creadores también sean capaces de procesos maduros. Si hay algo, como dice Remedios Zafra, que requiere la creatividad frente a la producción, es tiempo».
Una reflexión que le lleva a alertar de unas dinámicas productivas que, reprueba, «nos lo ponen muy difícil a los creadores, pero también al público porque tampoco llegamos a todo ni mucho menos. Las obras prescriben demasiado rápido, parece que se hicieran de usar y tirar, como si fuera comida rápida». Una forma de producir y consumir que tiene también su extensión al ámbito de la edición y el cine con las plataformas, provocando «una sensación de insaciabilidad, de digestión rápida de contenidos».
Pendiente de su próxima actuación en Quito (Ecuador), María Velasco produce y dirige algunos de sus espectáculos y ha hecho adaptaciones para el Teatro de la Zarzuela y dramaturgias para compañías de danza. Uno de sus temas recurrentes es el amor como «metáfora del objeto no identificado». «Yo intento no entender mi obra como una carrera en la que hay una evolución hacia algún lugar, me parece que eso es una manera de falsificar las trayectorias». El galardón concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 30.000 euros, asegura, no le ha restado libertad en su forma de escribir y hacer teatro, más bien, «intento olvidar ese reconocimiento para hacer lo que siento». Remarca que el premio fue una gran alegría, «pero yo sigo produciendo con mi socia igual que antes, al margen de las grandes empresas culturales».
«El teatro basa su fuerza en estar de cuerpo presente, es un ejercicio de reunión»
Con varios de sus textos traducidos al inglés, alemán, francés y turco entre otros idiomas, la dramaturga reivindica la independencia estética y temática en la escena, un género que, frente a otros, basa su atractivo y su fuerza en «estar de cuerpo presente, es un ejercicio de reunión de la comunidad, de la fiesta quese da en un directo y lo tenemos en común con la música y la danza».
No se olvida de reivindicar desde la enseñanza primaria la educación de espectadores. Tampoco que el público «nunca» renuncie a las políticas públicas. «Que de alguna manera no se mimetice con formas de hacer que tiene la empresa privada, que necesita ir a por la ganancia y entrar en formas de producción y de consumo muy básicas».
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