Las Cortes recuerdan a Delibes como un «embajador» de Castilla y León

Destacó que el relato que el escritor trazó «sobre el espíritu de nuestras gentes brota de quien está acostumbrado a tallar las palabras como si fuesen cristal de roca; por eso el Parlamento regional se quita el sombrero para exaltar la figura de un hombre de una talla excepcional, junto a la grandeza de nuestra lengua como idioma vehicular del entendimiento democrático».

Un grafiti de Eneko Azpiroz en el que aparece grabado el rostro de Miguel Delibes fue instalado ayer provisionalmente en el acceso a la sala. En su discurso, Fuentes mencionó que la sede parlamentaria fue inaugurada por los Reyes el mismo día que el Centro Cultural al que da nombre el literato, y también que la sede del Parlamento regional alberga una colección de pintura y escultura entre la que figura un retrato de Miguel Delibes firmado en la década de los ochenta por el pintor madrileño Álvaro Delgado Ramos (1922-2016).

Ese mismo retrato cuelga desde hace tiempo en una de las paredes de la sala y tras de sí oculta una curiosa peripecia que ayer relató Elisa Delibes, hija del escritor y presidenta de la Fundación que custodia su legado: «Si mi padre pudiera vernos en este momento, estaría contento porque despejaría la incógnita sobre este cuadro de Álvaro Delgado».

Contó cómo alrededor de los años ochenta el novelista y el pintor se conocieron en la Fundación Juan March en Madrid, lo que suscitó el interés del artista por hacerle un retrato. «Mi padre era un gran amante de la pintura y le hizo muchísima ilusión, pero enseguida ofrecía tratos ventajosos para él», rememoró Elisa Delibes. «A Vela Zanetti le pidió que nos regalara un cuadro a cada uno de sus hijos y, a cambió, él le ofrecía una obra suya completa, y Vela, bueno, pues aceptaba. Y con García Benito era lo mismo, hizo los retratos de las mujeres de la familia».

Elisa Delibes refirió cómo a diferencia de los dos artistas anteriores, el escritor «no se atrevió a presionarle tanto» a Álvaro Delgado, y que pasado un tiempo, cuando este comunicó al autor de 'El camino' que le había hecho un retrato «que le gustó muchísimo y le dijo 'te lo vendo'», Miguel Delibes no hizo por adquirirlo. «Mi padre sabía que era un pintor muy cotizado y aunque en aquellos momentos podía haberlo comprado, decía 'tengo siete hijos hipotecados con la casa, no me voy a comprar un cuadro mío'. Así que Delgado muy generosamente le ofreció el boceto. Ydespués, nunca supimos qué había pasado con este cuadro, hasta que cuando llegamos a la capilla ardiente de mi padre instalada en el Ayuntamiento, allí estaba el retrato. Pregunté que de dónde lo habían sacado y me dijeron que en su día lo había adquirido las Cortes. Ha merecido la pena que se conservara en Castilla y León, y que se haga público el paradero y la historia de este cuadro», resumió.

Cerró el homenaje agradeciendo a las Cortes de Castilla y León en nombre de los siete hijos del escritor el recuerdo a su figura y su legado literario, «coincidiendo casi con el centenario de su nacimiento y la primera década de su muerte, que se cumplirá en marzo. Me siento honradísima».