Combates de poesía: así es el ring de Valladolid en el que se gana con versos

En Valladolid, una vez al mes, el Espacio Joven Norte acoge este singular combate poético (y lúdico), que cada día gana más adeptos. No es un formato nuevo. El Poetry Slam surgió en Chicago, en 1985, de la mano del poeta MarcSmith, quien, inspirado en los combates de boxeo, quiso acercar la poesía a la gente de la calle. Se extendió rápidamente a otras ciudades estadounidenses y dio el salto a Europa en 2012. En España se celebra en 25 ciudades. También en Valladolid.

Adrián Panero 'Zero', Ismael González 'Neza', 'Nebur Frick' y Samuel Cuervo son los organizadores y responsables del éxito de este duelo de poetas en la ciudad del Pisuerga. «La liga consta de ocho o nueve encuentros. En cada uno de ellos participa un máximo de doce poetas. Se trata de un evento animado e interactivo que remueve muchas emociones. La poesía de 'slam' es un género propio, en el que se trabaja mucho que el poema sea visual, que resulte agradable al oído y que entretenga», dice Zero.

Él lo ha ganado en 2019 y 2020. En este último año fue, además, subcampeón de España. Venía del mundo del rap y acaba de publicar su primer poemario 'Mis movidas, no las tuyas', en el que «lo lírico y lo urbano se mezclan con emoción». «He sido muy feliz participando y ahora soy feliz organizándolo y permitiendo a los demás disfrutar de todo esto», añade.

El formato tiene sus reglas, pero sus organizadores aseguran que no requiere de gran preparación. «Estamos abiertos a todo. Lo que nos gusta es hermanar y que la gente se exprese. Esto no es un recital de poesía al uso, ya que te puedes echar unas risas con los poetas», aseguran los organizadores. «Los textos deben ser propios, no pueden utilizar atrezzo y el tiempo máximo son tres minutos. Tienen que valerse solo de la voz, de los gestos y de su interpretación en el escenario. No todos los participantes se lo toman como una competición. Hay quien quiere ganar y quién solo viene a pasar el rato», dice Neza. «Quien viene a competir, viene a compartir», puntualiza Nebur Frick.

Ellos piensan que son buenos tiempos para la lírica y que estos duelos en verso están fomentando el interés por la rima entre los jóvenes vallisoletanos. «Muchos piensan que la poesía es solo aquello que te enseñan en el colegio de los grandes clásicos como Góngora o Quevedo. Pero hay muchos tipos de poesía y cuando vienen aquí, se sorprenden al descubrir que la poesía actual es un modo de expresión. Eso les estimula muchísimo», dice Nebur Frick.

Inés Criado es una de las 'slamers' habituales. Fue la ganadora de la quinta temporada y acudirá al campeonato nacional en noviembre representando a Valladolid. «Estudio Filología Hispánica y escribo desde los 10 años. Cuando escribo para recitar, intento que sea menos enrevesado y críptico y me apoyo en el tono de voz y en el cuerpo. Más que en la rima y la estructura, me fijo en que tenga ritmo y musicalidad. El 'slam' es una buena manera de expresarte y sentirte escuchado», explica esta poeta vallisoletana minutos antes de subir al escenario. «Es una competición y obviamente todos queremos ganar. Pero lo más importante es el compañerismo que hay. Hemos formado una pequeña familia en la que todos compartimos y de la que formamos parte», prosigue.

Las luces se apagan y empieza el combate. Ya han repartido las cinco pizarras entre el público. La nota más alta y la más baja serán anuladas. «Tenéis que puntuar del 1 al 10. Sin decimales. ¡No flipéis!», advierte Nebur Frick. Raquel Álvarez 'Licia' y Miguel Cornejo, que son poetas también, tienen preparada la suya para dar sus puntuaciones. «No nos perdemos ningún encuentro. Nos encanta», dicen ambos. También Mónica y sus amigas han sido agraciadas con otra de las pizarras. Para ellas es su primera vez y se muestran dispuestas a estar muy atentas para ejercer su derecho a voto.

Nebur Frick da la señal. «Un, dos, tres ¡Slam!», grita y el público aplaude enfervorizado. Él también recita un poema en clave de humor en el que anima a «pasar de ser un papel en blanco a tener algo que decir». Dio paso al 'slamer' invitado, Héctor Toledo. Es un poeta salmantino que acompaña cada verso con sonidos creados con su propio cuerpo. El público le sigue, sobre todo, en su rítmico estribillo que dice «España indivisible. Una, grande y libre».

Inaugura la competición Miguel, alias 'Callejeandopoesía', que llega desde Ávila. Lee calmado desde el móvil su poema de denuncia a los abusos sexuales. «Soledad se sienta en el banco acompañada de recuerdos de madrugada», recita cautivando al público. A continuación, Lucas ocupa su lugar. Da un grito de guerra antes de recitar. «Me dijo mi madre que hiciera eso, para perder la vergüenza», bromea. Hace una gran actuación que le vale una buena puntuación del público. Felipe, micro en mano, declama 'Recuerdo de un gatillazo', antes de que Sara reivindique con su poema que no hay un solo feminismo. El público premia a todos con grandes aplausos. Neza también participa en esta liga. Tiene un estilo muy personal lleno de juegos de palabras. «Tengo muy claro lo que quiero. Lo que quiero es querer querer».

La noche continúa con Rodrigo, Axel, Inés, Montse y Virgy, quien a medida que lee, se deshace, una a una, de las hojas del poema. que acaban desparramadas por el escenario. Llega el turno de Silvia, quien, con estilo espídico, mantiene en vilo a la audiencia con sus rimas. Con Juanjo termina el turno de intervenciones, contando cómo es 'Vivir al límite'. Su poema le vale 21 puntos.

Sin tiempo para el descanso, Nebur Frick anuncia, entre canciones tatareadas por el público, quienes son las finalistas de la noche. Todas mujeres. Áxel, Inés Criado y Silvia Gutiérrez, quienes tienen que volver a enfrentarse a la valoración del público. La primera recitó que «nunca supo vivir una vida de dos». La segunda dijo «tener un niño en el vientre, que se llama problemas», mientras que la tercera fue capaz de encajar la palabra 'coño' en un endecasílabo. El listón está muy alto y es el público el que decide, esta vez a mano alzada.

Por abrumadora mayoría, Silvia Gutiérrez es proclamada vencedora de este duelo poético. Va en cabeza en la clasificación. De los cuatro encuentros celebrados hasta el momento esta temporada ha ganado todos. «La literatura siempre me ha gustado. Estudio Filología Clásica porque pensé que era la disciplina que más me iba a ayudar a crecer como poeta», dice esta joven vallisoletana, que empezó a escribir con 8 años, tras fallecer su abuelo. «Fue la primera vez que sentí que tenía que expresarme de alguna manera. Me gusta todo tipo de poesía, pero prefiero utilizar endecasílabos. Hace años me presenté al 'Poetry Slam'. Quedé la última. El año pasado regresé y desde entonces no me pierdo ninguno. Subir al escenario me hace sentirme liberada y que el esfuerzo vale la pena», concluye esta juglar del siglo XXI, que está a punto de publicar su primer libro, 'Aire en vertical'.