José Ignacio García, escritor

«En cierta literatura actual veo 'nadismo', novelas bien escritas en las que no pasa nada»

Gestor cultural e impulsor durante catorce años del proyecto 'Contamos la Navidad' a partir de la publicación de antologías de cuentos navideños de escritores de Castilla y León, ha reunido una selección de 17 relatos creados por él desde 1997 bajo el título 'Donde siempre es invierno'. Lo presenta este jueves en la Casa de Zorrilla (20:00 horas). «Hay gente que me llama cuentista y para mí es un orgullo», advierte el también coordinador de las ferias del libro de Medina del Campo y Portillo.

Empezó a escribir cuando residía en León por motivos laborales. «Tenía tiempo libre y cuando acababa de trabajar me relacionaba con escritores como José Luis Puerto, Tomás Sánchez Santiago o Gregorio Fernández Castañón, que de alguna manera me metieron el bendito veneno de las palabras en la sangre».

La lectura de un relato de Manuel Rivas le animó a lanzarse a escribir el suyo, 'Una llamada inesperada', con el que ganó un concurso de cuentos en la localidad vallisoletana de Pozaldez. Sería el primero de otros muchos que encendieron una llama que aún flamea y le ha llevado a publicar 'Donde siempre es invierno'. «Para mí las palabras y la literatura son una especie de religión que respeto y venero como escritor y crítico literario». De hecho, el ejercicio de esta última faceta le permite observar «que hay gente que no se toma la escritura con el rigor necesario».

Su apego al género breve tiene que ver también con la que ha sido su dedicación a la actividad comercial en el mundo de la cosmética y la peluquería. «Aquel trabajo me llevaba mucho tiempo y no hubiera podido tener la disciplina y la continuidad necesarias para escribir novelas, que exigen mucha más dedicación».

Sus narraciones suelen estar atravesadas por personajes e historias que denomina «de proximidad». «Me interesan los temas humanos, inmersos en problemas cercanos, que el lector se sienta acariciado o tocado por ellos». Personajes varados en el desamor, los celos, el desencanto, la soledad, parejas ejemplares ante los demás que se desprecian en la intimidad... «Me gusta mucho poner relatos en boca de mujer, identificarme con protagonistas femeninas, son personajes sencillos de fácil identificación por personas y situaciones que conocemos».

Antonio Pereira, Borges y José María Merino son algunos de los cuentistas de referencia para quien halla tema sobre el que escribir en anécdotas o comentarios que escucha a diario. «A partir de ahí voy creando una historia, haciendo que crezca la bola de nieve que, según voy amasando, se va haciendo más grande. Intento que haya un cuerpo de acontecimientos, que siempre estén pasando cosas. En cierta literatura contemporánea veo algo que yo llamo 'nadismo' cuando leo novelas y libros de cuentos muy bien escritos en los que no pasa nada, hay más preocupación estética que otra cosa. Por eso intento que en mis obras haya conflicto, un guion que mantenga enganchado al lector».

'El paraíso del silencio', 'Helados en agosto' o 'Las novias viudas' son algunos de los relatos que pueblan su último libro, entre ellos, 'Los pacientes del doctor Abella', un homenaje a su amigo de José Antonio Abella, escritor burgalés afincado en Segovia fallecido el pasado verano. A él, ganador del Premio Ateneo de Novela Ciudad de Valladolid en 2023, le debe el reto que afronta en la actualidad: escribir una novela. Con el título 'El vuelo de los delfines', la publicará en primavera el sello cántabro Valnera. «Este libro nace de una promesa que le hice (a Abella), me comprometí a escribir una historia larga, que habla de tres parejas que superados los cincuenta años rehacen sus vidas en el ámbito sentimental».