La escritora Carla Moreno, durante la presentación de su libro en Valladolid. RODRIGO JIMÉNEZ

Carla Montero emprende la búsqueda de 'El medallón de fuego' en su nueva novela

La escritora presenta en Valladolid la continuación, diez años después, de 'La tabla esmeralda'

Víctor Vela

Valladolid

Sábado, 13 de noviembre 2021

Cuando llega la noche, con la casa ya en silencio y tranquilidad en el hogar, Carla Montero (Madrid, 1973) se prepara un té calentito, se sienta delante del ordenador y comienza a escribir novelas como esta, como 'El medallón de fuego', que ayer presentó en ... la librería Oletvm. «A mí me gustaría ser como esos escritores que, cuando les preguntan, dicen que escriben de nueve a dos y luego otro poco después de comer. Como si fueran funcionarios, con su horario fijo. Yo para eso soy bastante caótica. Con familia numerosa es más complicado. Hay días que saco un montón de horas, otros en los que no encuentro un ratito libre». Así que la noche suele ser un buen momento. Y la mejor señal de que ha sido una velada productiva es cuando Carla levanta la mirada y se da cuenta de que el té se ha quedado frío.

Publicidad

Le ha ocurrido varias veces durante la escritura de su nueva novela, una aventura que recupera a los personajes de 'La tabla esmeralda', la historia de una reliquia que escribió hace diez años, que le granjeó miles de lectores (cien mil copias vendidas más el recorrido en bibliotecas) y con la que conoció a Ana García-Brest, su protagonista, una experta en arte que aquí regresa «más madura» y con un reto: hallar un medallón que fue vital en la construcción del templo de Salomón, que pasó por las manos de los Médici en el Renacimiento, de los zares de Rusia, que ha sido clave en los ritos masones de iniciación y que ahora, misteriosamente, nadie sabe dónde está.

-¿Cómo conoció y cómo ha vuelto Ana a su vida?

-Lo mejor de mi trabajo es que no sabes cómo aparecen los personajes. Se van construyendo poco a poco, adoptando su personalidad, y la verdad es que no sé cómo sucede eso. No soy una escritora de método, no lo tengo. Soy muy intuitiva al escribir. Tengo muy claro el principio y el desenlace, también varias de las cosas que ocurrirán en el libro, pero luego soy muy flexible.

Al final, la imaginación siempre sorprende. Para escribir 'El medallón de fuego', Carla se ha asomado de nuevo a aquella tabla esmeralda de diez años atrás. «No me suelo releer, pero aquí lo he tenido que hacer». Y lo ha hecho, dice, no como la autora que hace una década escribió aquella novela, sino como una lectora que vuelve a descubrir unos personajes que le son más que familiares. «Han pasado diez años, he evolucionado, ahora siento que tengo más fluidez, y había algo de temor a cómo percibiría ahora aquel libro». Cuenta que se ha reconocido en una novela con una estructura «bien llevada y con unos personajes atractivos» que pedían regresar a las librerías. «En realidad, también muchos lectores me lo pedía».

Publicidad

Ahora, diez años después, vuelve aquel universo de reliquias históricas e investigaciones en el presente. El medallón que aquí sirve como detonante no existe. «Es un objeto ficticio que he construido como si fuera un protagonista más. Lo mejor de un personaje es enraizarlo en un contexto, en un paisaje, en unas circunstancias, para que el lector se sienta identificado con él. Con este medallón he querido hacer lo mismo, darle una historia, enlazarlo en unos hechos reales para que sea creíble. Da igual si al final existió o no. La magia está en creer que sí». Esa es la base de las leyendas.

El problema, plantea el libro, es cuando esas leyendas son creídas al pie de la letra y utilizadas, desde el fanatismo, para conseguir a toda costa determinados fines. «Se ha visto muchas veces a lo largo de la historia. Cuando ciertas personas y las masas se abrazan a una idea y comienzan a actuar y a cometer incluso crímenes en su nombre». Un ejemplo se vivió durante el nazismo y, precisamente, los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, en un Berlín ocupado por las fuerzas soviéticas, son clave para conocer el paradero de aquel medallón.

Publicidad

«Me gustan las novelas de escenarios y personajes. Y a partir de ellos, construir una trama de aventuras», indica Montero, para quien el verdadero medallón literario, esa gran joya de la escritura, se encuentra en los pequeños detalles. «En esos grandes episodios históricos, me gusta encontrar la historia particular de las personas. Es como un gran ejercicio de minería. Hay que excavar, ir quitando trincheras, hasta que te topas con un diamante». Los episodios ambientados en el pasado histórico se encabezan aquí con pequeños párrafos que ofrecen un contexto político y social sobre lo que ocurría en ese momento, pero la verdad literaria, cuenta Montero, se encuentra en esos pequeños detalles que, en el fondo, son las piedras preciosas que otorgan valor a la literatura.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad