El canto a la libertad de pensamiento de 'El hereje' resuena en Valladolid

La Fundación Castilla y León, que dirige Zapatero, la Fundación Miguel Delibes, presidida por Fernando Zamácola, y el comisario de la exposición, Mario Crespo, presentaron esta mañana el trabajo de año y medio.

De «pequeño milagro» calificó Juan Zapatero la exposición tramada entre dos legislaturas, con el apoyo de la Junta, el Ayuntamiento de Valladolid y Unicaja. 250.000 euros es el presupuesto que suma más de 40 prestadores, nacionales e internacionales. La arquitecta Beatriz Rubio ha logrado una atmósfera íntima en el gran recibidor del edificio parlamentario, a través de telones azules, cartelas explicativas en ondeante lienzo y el sonido de un crepitar que evoca «el fuego castigador y purificador».

El relato armado por Crespo gira en torno a dos partes, divididas en cinco ámbitos. La primera responde a quién escribe, «Delibes, las fuentes que manejó», y qué escribe, «la novela, sus personajes, el manuscrito, las traducciones, cartas, el guion de Cuerda dedicado». La segunda parte está integrada por piezas del siglo XVI y evoca una coyuntura de movimiento, «en la propia novela todos los personajes se mueven constantemente. Hay una maleta de viaje, tratados de ciencia náutica, un reloj de sol», explica Mario. Otro ámbito describe «cómo somos, la vida social, la medicina, la administración» y por último, «el más importante, el que habla del fuego y de los libros. Hay una apartado importante de libros de la Reforma y la Contrarreforma, además libros prohibidos de Erasmo y 'La Celestina', también la 'Biblia del Oso', primera protestante traducida, y procedentes de la biblioteca del judío de Barcarrota (Badajoz)».

Óleos, bajorrelieves, tallas, menaje describen las primeras décadas del XVI, momento de configuración del hombre moderno, con la extensión de la imprenta, el descubrimiento de América y el inicio Renacimiento. En ese ambiente emergen los heterodoxos, los que se plantean otras formas de devoción, otra mirada religiosa que es tenida por herética, lo que provoca los autos de fe de Valladolid (1559) sintetizado en uno en la novela. Cipriano Salcedo es el perdedor, ajusticiado por defender «la libertad religiosa, de conciencia, de pensamiento, reunión y expresión», explica Zamácola. «En 'El hereje' están todos los Delibes, el cazador, el amante del campo, el que mira con ternura especial a la infancia, el aterrado por la muerte de sus seres queridos, el de Valladolid, ciudad a la que dedica la obra, y el de Castilla».

La novela que vendió en el fin de semana que se puso a la venta en 1998 los 100.000 ejemplares de su primera edición sigue interpelando a las actuales generaciones sobre la denfensa pública de ideas y creencias. Por eso la exposición estará acompañada de actividades para estduiantes de secundaria y bachiller, etapas en las que está prescrita como lectura.

La exposición está acompañada de un catálogo, «tampoco al uso, es un libro un poco herético» apunta Crespo, que compila textos de Félix de Azúa, Teófanes Egido, Álvaro Pombo, entre otros muchos, además de reproducir obras que no han podido estar en la muestra pero la ilustran.