Bárbara Espinosa cruza cinco vidas en su novela 'Averno verano'

Escribió dos cuentos en 2014, uno sobre un niño colombiano, David Luis, y otro sobre Mercedes, una treintañera de mirada infantil. Y los guardó, porque Bárbara Espinosa no sabía qué hacer con ellos. Pasó el confinamiento y se topó con la casa donde esos dos seres se iban a encontrar con otros tres. Los cinco protagonizan las historias de 'Averno verano' (Altamarea), su primera novela, presentada este viernes en Valladolid, en la librería El rincón de Morla.

«No tenía ningún plan de novela. Fue ver esa casa e imaginarlo allí», dice Espinosa. La casa está en el barrio del Retiro, en Madrid. Los cuentos los escribió en Bogotá. Son las dos ciudades de su vida. Casada con un colombiano y residente en la capital española, mezcla ambas realidades en esta historia.

«Son cinco personas de muy distinta extracción social, no tienen nada en común excepto la casa que habitan. Gladys y David Luis viven en el sótano, reflejo del lugar que ocupan en esta sociedad», cuenta Espinosa. Mercedes se ha ido después de que su madre vendiera el piso del Barrio de Salamanca y se mudara a Sotogrande, quedándose ella a estudiar sus oposiciones en un pequeño piso. Allí vive Tomás, de oscuro pasado precisamente en Colombia, y Elena, azafata.

«Quería retratar el infierno de cada uno. Unos vienen a España creyendo que El Dorado está aquí y acaban encontrando otro infierno porque es muy difícil salir adelante, porque esto no es lo que creían. Pero a su vez esta familia que traigo ya vivía en Bogotá en una zona que llaman 'barrio de invasión', que es donde va la gente de zonas masacradas por la violencia terrorista, de las FARC, del FLMN. Colombia era un país muy violento, hasta hace poco el segundo después de Sudán. Ahora está mejor».

Escrita en capítulos con el nombre de cada personaje, Espinosa va trenzando las cinco vidas aparentemente tan dispares con los encuentros en el pasado, va haciendo aflorar una trama oscura en un opresivo verano madrileño. «Quería darle una lectura ágil, por eso esa estructura ligera», cuenta la editora del sello La navaja suiza. Termina, pero no cierra los acontecimientos. «Es un tópico, pero es verdad que los personajes acaban decidiendo por mí. Quizá alguno tenga una vida mas allá de este primer libro. La vida da muchas vueltas y quizá alguno me llame de nuevo».

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