De qué va 'Bajo tierra seca', la novela de Pérez Gellida ganadora del premio Nadal

Las propias coordenadas de la trama ya son una novedad. Extremadura. 1917. «Era muy importante generar una atmósfera hostil, donde se viera la pobreza. Son tiempos difíciles. Prepandémicos, porque empieza a haber brotes de la gran gripe. Y, además, en una de las zonas más deprimidas de España, un territorio de latifundios, caciques y hambre, mucho hambre«.

«Me fui a la época más hostil que hemos tenido en España en el siglo XX, al margen de la guerra civil: Extremadura, el sitio donde más hambre se ha pasado, donde más daño se ha hecho y más dificultades para sobrevivir ha habido». Pero, al tiempo, un lugar (entre Zafra, Almendralejo y Mérida) con ganas de sobrevivir. «Ese ambiente sirve para entender cómo se comportan y qué mueve a los personajes. Cómo la hostilidad (esa es la palabra que define esta novela) puede condicionar a las personas y hacerlas mucho más hostiles», indica Pérez Gellida.

Uno de sus protagonistas es Martín Gallardo, un exmilitar que vivió el desastre de la pérdida de las colonias de ultramar y que durante su estancia en Filipinas empezó a consumir opio. Hoy, de vuelta en España y como teniente de la Guardia Civil, lucha sin éxito por superar su adicción.

«Tiene muchos valores, es un hombre recto» que se ve envuelto en una misteriosa investigación. Todo arranca con el incendio de una hacienda extremeña. La propietaria, Antonia Monterroso, ha desaparecido. El primer sospechoso es el capataz de la finca, quien se declara culpable. Durante el interrogatorio, el lector irá recibiendo pequeñas dosis de información que le permitirán «construir el puzle de lo que ha ocurrido». «Lo que parece al principio no tiene nada que ver...». Y tal vez la respuesta esté en esa mujer desaparecida.

Porque Antonia Monterroso es «el personaje que más impactará a los lectores», promete Pérez Gellida. «Es una mujer sin escrúpulos a la que todos conocen pero que nadie sabe quién es. Conocen su rara anatomía, una morfología muy atractiva para la época; una mujer muy grande, rubia, de ojos claros, muy directa, que ha luchado contra casi todo. Es una mujer que tiene un plan. Ella quiere dejar atrás toda la miseria que ha arrastrado y descubre que tiene unas dotes para la manipulación que quiere aprovechar. Su conducta y sus propósitos generarán dudas al lector», avanza. «No dejará indiferente a nadie. O te enamora o la odias».

Advierte Pérez Gellida que la novela «es en sí un engaño» que hará que el lector «ponga en duda página tras página lo que está leyendo y sentirá que los planteamientos del capítulo anterior no son válidos. Es probable que en cada capítulo cambie de opción».

La novela tiene un trasfondo político y social. Y de ahí también el título. «Bajo tierra seca nada germina. Si tus necesidades básicas no están cubiertas, es muy difícil que no se despierte en ti el empeño por satisfacerlas. Un entorno donde nada bueno germina es el caldo de cultivo para un 'thriller' donde puedas incomodar y engañar», donde el lector «se remueva al terminar cada capítulo».

Como muchos de sus libros, presenta una estructura «muy cinematográfica». «Tiene la clara pretensión de ser serie o película. Al escribir, estructuro la trama como un guion, con secuencias cortas y alejando y acercando el foco como se hace con la cámara. Utilizo muchos recursos cinematográficos en una narrativa audiovisual. Ojalá pueda confirmar pronto que esto se convertirá en una película», confiesa Pérez Gellida, quien recuerda que en su forma de trabajar no hay una escaleta previa, tampoco un guion al que se tenga que ceñir.

«No soy lector de plano, sino de brújula. Y la brújula es tu intuición. Me gusta que la historia me sorprenda, porque así también sorprenderé al lector», explica. Esta vez, eso sí, la historia rondaba desde hace tiempo por su cabeza. «La tenía muy clara antes de ponerme a escribir. Luego torturo el primer borrador una y otra vez hasta que confiesa lo que quiero». Y el resultado llegará a las librerías el próximo 7 de febrero.