Borrar
Raquel Lanseros y Eva Helena García, en Urueña.
Versos y música para iluminar el alma

Versos y música para iluminar el alma

La poeta gaditana Raquel Lanseros y la chelista vallisoletana Eva Helena García ofrecen un recital literario-musical en el Centro e-LEAde Urueña

samuel regueira

Martes, 26 de julio 2016, 13:47

La poeta gaditana Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) ofreció ayer un recital compuesto por algunos de sus textos más aplaudidos por la crítica y su público, así como algunos versos inéditos, en la quinta velada A la sombra del ciprés que organizan la Diputación Provincial de Valladolid y El Norte de Castilla, y que acoge el Centro e-LEA de Urueña en la Villa del Libro. En el acto, inaugurado por Angélica Tanarro, jefa de Culturas de este diario, la artista se vio acompañada por las rasgadas notas del violoncelo de Eva Helena García, integrante de la Joven Orquesta Sinfónica de Valladolid.

«La poesía es un viaje de ida a lo desconocido y a nosotros mismos», declaró Tanarro en la presentación de la velada. «Sus versos están llenos de una luz que ilumina las sombras de la vida y hace vislumbrar las respuestas a las grandes preguntas que nos hacemos, y que es lo que más se le puede pedir a la poesía», agregó, sin querer dejar pasar la oportunidad de replicar a las polémicas palabras del editor Chus Visor, quien recientemente afirmó que no existían poetas femeninas españolas comparables a los poetas varones patrios en los últimos tiempos: «Raquel Lanseros es una de las voces más importantes del momento, tanto femeninas como masculinas», subrayó Tanarro. El recital comenzó con textos que cantaban tanto a la misma palabra poética como a todo un abanico de emociones que dejan marca en el alma humana, mientras el chelo interpretaba melodías de Mozart, Pergolesi y Saint-Saëns, entre otros. El patio del Centro e-LEA registró un lleno total con espectadores, tanto de dentro como de fuera del municipio, que en silencio se dejaban imbuir por la poesía a la que solo se atrevían a interrumpir con los pertinentes aplausos al final de cada lectura.

La andadura poética de Lanseros comienza, desde el punto de vista editorial, con la publicación en 2005 de Leyendas del promontorio, que resulta finalista del XII Premio Internacional de Poesía Encina de la Cañada. Acarició con un accésit el Adonáis de ese mismo año con Diario de un destello, viaje por la memoria dividido en el intimismo emocional (Luces en la rendija), el homenaje a la lucha como medio de vida (Tres antorchas) y la huella que el amor deja en un poeta que habla desde la primera persona de lo más profundo de su alma (Alrededor de la hoguera).

Monólogo interior

Esa última línea de monólogo interior lírico continúa dibujándose en su siguiente obra, Los ojos de la niebla, publicada en 2008 y con dispersos guiños literarios a Milan Kundera; mitológicos, a la Eurídice de Orfeo, y musicales a los tangos de Carlos Gardel. Ese mismo año publica la primera de sus antologías, La acacia roja, a la que seguirán Un sueño dentro de un sueño y A las órdenes del viento, en 2012, así como Esta momentánea eternidad, publicado este 2016.

Croniria le vale el premio Antonio Machado en 2009, un año después del Unicaja y al que precederían otros como el Poesía del Tren (2011) o el Jaén en 2013. El jurado destacó en Croniria, libro también dividido en tres partes (El país de los ángeles nómadas, Pronóstico reservado y El éxodo de las nubes), «la frescura y audacia» de Lanseros, así como sus «hallazgos verbales que van más allá del juego literario».

Su último poemario hasta la fecha, antologías aparte, es el semibiográfico Las pequeñas espinas son pequeñas, publicado en 2014, como sus traducciones de Poe o Lewis Carroll, una faceta que Lanseros también compagina con la docencia.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Versos y música para iluminar el alma