Peridis y Sansón, ante San Benito.

Peridis reclama para la Edad Media la consideración de primer renacimiento

El arquitecto y dibujante presentó su novela histórica ‘La maldición de la reina Leonor’

el norte

Lunes, 13 de junio 2016, 13:23

El arquitecto, dibujante y también novelista José María Pérez Peridis ensalzó la Edad Media como «la infancia de nuestra sociedad». Por ello rechaza la apelación de «época oscura», como suele apelarse. Más aún cuando es la etapa que ha dejado una vasto patrimonio, principalmente reflejado en las catedrales, «constructoras de la ciudad, tanto como las ciudades fueron constructoras de las catedrales. Resultaron un motor de trabajo y oficios, algo que debiéramos encontrar hoy». Peridis considera la cultura de la Edad Media «el primer renacimiento europeo, con Abelardo en París, Averroes en Córdoba, las traducciones de los clásicos griegos en Toledo, los escultores del Pórtico de la Gloria», informa Ical.

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Peridis sitúa en este período histórico su segunda novela, La maldición de la reina Leonor (Espasa), una obra «de llorar y reír y que acerca al gran público a la vida de «una gran diplomática» del siglo XII. De esta forma regresa a su faceta como escritor dos años después de conquistar el premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2014 con Esperando al rey, su debut literario. Esta segunda incursión, que salió al mercado la pasada semana, fue presentada ayer en la Feria del Libro de Valladolid, a través de una conversación con Rafael Vega, Sansón, autor de la viñeta diaria de los periódicos del grupo Vocento.

Peridis quiere con este libro «dar una visión cercana y divertida de nuestra propia historia». Una obra elaborada en un año en el que ha sido operado del corazón, no ha dejado de realizar su tira, rehabilitando edificios y fomentando las lanzaderas de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico que dirige. «El tiempo es de goma cuando haces lo que te gusta con pasión», decía ayer.

La maldición de la reina Leonor, ambientado en la Castilla de la Baja Edad Media, narra una historia «apasionante» en uno de los reinados que Peridis define como «uno de los más importantes para la historia de España y Europa». La reina, hermana de Ricardo Corazón de León, tuvo «un papel fundamental», en una época en la que las reinas tenían una labor secundaria, más orientada a su función de dar un heredero a los reinos y como elemento de cambio en las políticas matrimoniales.

La obra obedece al interés del autor en saber lo que sucede en esas relaciones de conflicto «entre deber y placer. Leonor tuvo un sentido extraordinario para compaginar cabeza y corazón». Peridis destaca la época de esplendor que vivió el reino de Castilla , que «comenzaba a abrirse al exterior» durante la época en que ha ambientado su nueva obra.

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No obstante, recuerda que fue una etapa «laberíntica» con un marcado acento en las relaciones entre España y el resto de Europa debido al Camino de Santiago a las «coronas». «Amoríos y desvaríos que te meten de repente en el siglo XII. Con excomuniones de papas, incestos entre reyes», relató Peridis; y todo en torno a la figura de Leonor de Inglaterra, esposa de Alfonso VIII y reina de Castilla, a su vez madre de cuatro reinas Portugal, León y Castilla, Aragón y Francia y abuela de dos santos, «que trae a los trovadores, hace con su marido la Universidad de Palencia y la Escuela de Traductores de Toledo y estará presente en la batalla de las Navas de Tolosa, que cambió el rumbo de España y de la cristiandad».

El ejemplo de las catedrales

De esa forma, el escritor profundiza en la importancia de un periodo histórico en el que comienza a perfilarse la construcción de las grandes catedrales góticas y nacen en las ciudades los fueros en los que León y Castilla son los pioneros en Europa. Además, recuerda las cruzadas que se viven en el continente para frenar la expansión del Islam.

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Precisamente, el escritor se detuvo en las catedrales, que a su juicio desmitifican que la Edad Media se consigne como época oscura, para cuya definición tuvo bastante culpa, aseveró Peridis, la figura del italiano Petrarca, quien perdió a su novia Laura por la peste. «Si tenemos en cuenta que el 40% de la población europea murió de esa enfermedad y sumamos las guerras y el hambre, es normal verlo así». Destacó el papel de las catedrales, a donde se destinaban los excedentes. «Suponían patrimonio, empleo, investigación, innovación en la época durante 50 años. Lo eran todo porque a su construcción se dedicaban infinidad de oficios y la ciudad crecía en torno a ellas. Transmitían conocimiento. Las catedrales fueron el gran salto», manifestó.

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